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La diabetes mellitus (DM) es una condición que exige un control integral, y en Perú, la alarma por sus complicaciones visuales ha alcanzado un nivel crítico. Si vives con diabetes, esta información es vital: uno de cada tres peruanos diabéticos desarrollará ceguera a causa de la Retinopatía Diabética (RD), según advertencias del Ministerio de Salud (MINSA). Esta no es solo una estadística; es una realidad que exige acción inmediata y conocimiento profundo para preservar el don de la vista.

La retinopatía diabética es el daño progresivo a los vasos sanguíneos de la retina (el tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo), causado por niveles altos y prolongados de glucosa en la sangre. Lo más peligroso es que, en sus etapas iniciales, la RD es asintomática, avanzando en silencio hasta que el daño es severo e irreversible.

¿Cuál es la única barrera contra la ceguera silenciosa?

El principal problema en Perú no es solo la prevalencia de la diabetes, sino la subevaluación y subnotificación de sus complicaciones, como lo señalan diversas publicaciones científicas nacionales. La clave para detener la RD está en el diagnóstico precoz.

La estrategia más efectiva y respaldada por guías clínicas es el examen de fondo de ojo dilatado realizado por un médico oftalmólogo, al menos una vez al año. Este procedimiento sencillo y rápido permite al especialista visualizar la retina y detectar los primeros signos de daño vascular, incluso antes de que notes cualquier síntoma. ¿Por qué es crucial?

  • Detección Precoz: permite identificar la Retinopatía Diabética No Proliferativa (RDNP) en sus grados leves o moderados, cuando un control metabólico estricto aún puede frenar su avance.
  • Monitoreo de riesgo: La prevalencia de RD en estudios hospitalarios peruanos ha reportado cifras tan altas como 57.6% en pacientes de referencia, lo que subraya el alto riesgo que enfrenta la población diabética en el país.

El control de la glucosa, la presión arterial y los lípidos séricos (colesterol y triglicéridos) es el pilar de la prevención. Sin embargo, este control sistémico debe ir de la mano con la vigilancia oftalmológica rigurosa.

Opciones de tratamiento oportuno 

Una vez que la RD avanza, especialmente a la etapa Proliferativa (RDP), o si se complica con el Edema Macular Diabético (EMD), la visión está en peligro inminente. Afortunadamente, los avances en oftalmología y las guías clínicas peruanas ofrecen tratamientos efectivos si se aplican a tiempo. Los tratamientos principales disponibles incluyen:

  1. Inyecciones intravítreas Anti-VEGF: Fármacos antiangiogénicos (como Bevacizumab) que se inyectan en el ojo para detener el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos anormales (neovascularización) y reducir la inflamación de la mácula (EMD). Esta es a menudo la primera línea de tratamiento para el EMD con compromiso central y agudeza visual comprometida.
  2. Fotocoagulación con Láser (Panfotocoagulación): Tratamiento que usa un láser para quemar y sellar los vasos sanguíneos anormales, previniendo el crecimiento de nuevos y reduciendo el riesgo de hemorragia vítrea o desprendimiento de retina. Es esencial en la RDP.
  3. Vitrectomía: Una cirugía ocular compleja, indicada en casos avanzados con hemorragia vítrea que no se reabsorbe o con desprendimiento de retina traccional, buscando recuperar la visión en la ceguera asociada a la RD avanzada.

El rol del control metabólico como tratamiento

Es importante recalcar que el tratamiento oftalmológico más avanzado no será suficiente sin un control metabólico riguroso. Las guías peruanas y latinoamericanas son claras: la optimización del control glicémico, la presión arterial y la hiperlipidemia es la primera medida en el manejo de la RD y el EMD.

Tu visión no depende solo de la visita al oftalmólogo, sino de tu compromiso diario con la dieta, el ejercicio y la adherencia al tratamiento farmacológico para tu diabetes. Cada punto que logras bajar en tu hemoglobina glicosilada (HbA1c) es un paso crucial para proteger los delicados vasos de tu retina. La prevención y el manejo adecuado son un esfuerzo colaborativo entre el paciente, el endocrinólogo y el oftalmólogo.

  1. Programa tu examen de fondo de ojo dilatado (urgente) si no lo has hecho este año. 
  2. Mantén tu HbA1c, presión arterial y colesterol en las metas recomendadas por tu médico.
  3. Si ya fuiste diagnosticado con RD, cumple rigurosamente con el calendario de inyecciones y/o láser que tu retinólogo te indique.
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