Es totalmente normal sentir una punzada de estrés o ansiedad antes de cualquier cirugía, y la de glaucoma no es la excepción. Estás a punto de dar un paso crucial para proteger tu vista, y es natural que surjan preguntas e inquietudes. Pero tranquilo, no estás solo. En este artículo quiero darte las herramientas más efectivas y respaldadas para que llegues al quirófano sintiéndote en control y con la mente lo más clara posible.
El glaucoma es una enfermedad ocular seria, a menudo asintomática en sus etapas iniciales, que daña el nervio óptico debido generalmente a una presión intraocular elevada. Ahora, sabemos que la cirugía es un tratamiento de primera línea cuando los medicamentos no son suficientes. Entender esto no solo es conocimiento, es poder: te ayuda a ver la cirugía no como un obstáculo, sino como la solución que te permitirá mantener una visión saludable a largo plazo.

¿Qué estrategias son las mejores para tomar el control de tu ansiedad?
La ansiedad pre-operatoria es una respuesta biológica y psicológica. Afortunadamente, hay métodos que han demostrado ser muy eficaces para mitigarla, como el poder de la información. El miedo más grande suele provenir de lo desconocido. Para esto, infórmate sobre el procedimiento específico que te van a realizar. Habla con tu oftalmólogo y hazle todas las preguntas que tengas, sin importar cuán pequeñas parezcan.
Respiración diafragmática y atención plena
La respiración es tu ancla. Cuando estás estresado, tu respiración se vuelve superficial y rápida, activando el sistema nervioso simpático (lucha o huida). La respiración profunda lo revierte.
Siéntate cómodamente. Inhala lentamente por la nariz, sintiendo cómo el abdomen se eleva (no solo el pecho). Cuenta hasta cuatro. Exhala lentamente por la boca, contando hasta seis, vaciando completamente el aire. Repite por 5-10 minutos, dos veces al día.
Visualización positiva y distracción
Nuestro cerebro es poderoso y puedes usarlo a tu favor. Dedica unos minutos a imaginar un resultado positivo de la cirugía: tu oftalmólogo confirmando el éxito, tu ojo sano, tú disfrutando de tus actividades cotidianas. Concéntrate en las sensaciones de alivio y gratitud.
En los días previos, sumérgete en una actividad que te guste: un audiolibro cautivador, tu música favorita, un hobby que requiera concentración. Esto evita la «rumia» mental, el ciclo de pensamientos ansiosos repetitivos.
Organiza tu casa y tus medicamentos
Dos días antes de la cirugía, deja la logística resuelta. Confirma quién te llevará y te recogerá (la mayoría de las cirugías de glaucoma son ambulatorias, pero nunca podrás conducir después).
Ten todas las gotas y medicamentos que te recetó el doctor comprados y etiquetados en un lugar visible. Esto elimina la necesidad de correr a la farmacia después de la cirugía. Finalmente, prepara comidas fáciles o pide ayuda a un familiar. Recuerda, tu única tarea en los primeros días es descansar y seguir las instrucciones de tu médico al pie de la letra para asegurar una recuperación sin contratiempos.
Tu compromiso con la calma es un paso más hacia el éxito de tu cirugía. Al reducir tu estrés, estás permitiendo que tu cuerpo y tu mente estén en óptimas condiciones para el procedimiento y la recuperación. Confía en tu equipo médico y confía en tu capacidad para manejar esta etapa.
