¿Alguna vez te has preguntado qué es ese examen en el ojo que parece una ecografía, pero no sabes si es el mismo que se hace en otras partes del cuerpo? Déjame explicarte. La ecografía ocular, también conocida como ultrasonido oftálmico, es una herramienta diagnóstica clave en la oftalmología moderna. A diferencia de las ecografías tradicionales, esta se enfoca en el ojo y sus estructuras internas, y se realiza cuando el médico necesita ver más allá de lo que el examen de rutina permite.
Este estudio es fundamental para diagnosticar y monitorear diversas condiciones oculares, especialmente cuando la vista del paciente está obstruida por cataratas densas, hemorragias o inflamación. Pero, ¿sabías que existen dos tipos principales de ecografía ocular? Se conocen como Modo A y Modo B, y aunque suenan parecidos, tienen funciones muy diferentes y complementarias.

Ecografía ocular modo A: midiendo la precisión
Imagina que necesitas medir la longitud exacta de un pasillo para poner una alfombra. El Modo A es precisamente eso, una ecografía que mide distancias con una precisión milimétrica. En oftalmología, su función principal es calcular la longitud axial del ojo, es decir, la distancia que hay desde la córnea (la parte frontal) hasta la retina (la parte posterior).
¿Y para qué sirve este dato? Principalmente, para el cálculo de lentes intraoculares (LIO) antes de una cirugía de cataratas. Cuando se extirpa el cristalino opaco, se implanta un LIO que lo reemplaza. La potencia de este lente debe ser precisa para que veas bien después de la cirugía. El Modo A proporciona la medida exacta para que tu oftalmólogo elija el lente perfecto para ti.
Este modo de ecografía muestra los resultados en un gráfico unidimensional, con picos que representan las diferentes estructuras del ojo. Cada pico corresponde a una superficie reflectante, como la córnea, el cristalino y la retina. El equipo mide el tiempo que tardan las ondas de ultrasonido en rebotar en estas superficies para calcular las distancias. Es rápido, no invasivo y extremadamente preciso, convirtiéndose en el estándar de oro para la biometría ocular.
Ecografía ocular modo B: la imagen que lo dice todo
Si el Modo A es como una regla, el Modo B es como una fotografía detallada del interior de tu ojo. Este modo crea una imagen bidimensional en tiempo real de las estructuras oculares y orbitarias. En lugar de picos, verás una imagen en escala de grises que te permite ver la forma, el tamaño y la ubicación de las estructuras internas.
El Modo B es la herramienta principal cuando el médico necesita visualizar lo que hay detrás de un lente opaco. Por ejemplo, si tienes una catarata tan densa que no se puede ver el fondo del ojo, este puede mostrar si hay un desprendimiento de retina, un tumor o una hemorragia en el vítreo. En casos de trauma ocular, es fundamental para evaluar si hay cuerpos extraños, o si la estructura del ojo ha sido comprometida.
También es invaluable para el diagnóstico y seguimiento de tumores intraoculares, como el melanoma coroideo. Los médicos pueden monitorear el tamaño del tumor con el tiempo para determinar si está creciendo o si el tratamiento está funcionando. En la imagen verás cómo se ven las diferentes estructuras internas.

¿Cuándo se usa cada uno? La sinergia perfecta
La elección entre el Modo A y el Modo B no es una u otra, sino que a menudo se complementan. El Modo A se utiliza principalmente para medir distancias y planificar cirugías, como la de cataratas, mientras que el Modo B se usa para visualizar la anatomía interna del ojo y diagnosticar patologías cuando la visualización directa es imposible.
Necesitas Modo A si vas a someterte a una cirugía de cataratas. El médico lo usará para determinar el lente intraocular adecuado para ti.
Necesitas Modo B si tu oftalmólogo sospecha de un desprendimiento de retina, un tumor intraocular, una hemorragia vítrea, o tienes una catarata muy avanzada que impide ver el fondo del ojo. También se usa para evaluar traumas oculares.
El ultrasonido ocular es un procedimiento sencillo y rápido, que no duele. No necesitas ninguna preparación especial. Para el examen, te sentarás cómodamente en una silla. Tu médico aplicará un gel o una gota anestésica en tu ojo para que no sientas molestias. Luego, el transductor (una pequeña sonda) se colocará suavemente sobre tu párpado o directamente sobre la superficie del ojo para obtener las imágenes.
En pocos minutos, el examen estará listo. Los resultados se mostrarán en una pantalla de computadora y tu médico los revisará contigo. El equipo es de última generación y los resultados son muy fiables.