El glaucoma es una enfermedad que daña progresivamente el nervio óptico, a menudo por un aumento de la presión ocular, lo que lleva a una pérdida irreversible de la visión. Es común que los afectados no presenten síntomas, por lo que el diagnóstico suele hacerse durante exámenes oculares de rutina. Aunque la agudeza visual central puede ser normal (ya que es lo último en afectarse), la visión periférica es la primera en deteriorarse.
Recibir un diagnóstico de glaucoma a menudo genera inquietudes sobre el tratamiento. Si bien el objetivo principal de todas las terapias es bajar la presión ocular, la selección de la opción idónea puede ser compleja. Dada la incurabilidad del glaucoma, es crucial informarse sobre los beneficios y desventajas de cada enfoque.
¿Cuáles son las preguntas que debes hacer a tu oftalmólogo?
Cuando se trata de decidir el tratamiento, el oftalmólogo y el paciente deben colaborar. La elección puede ser clara para el médico, dada su experiencia, pero para el paciente, la cantidad de opciones puede ser confusa. Es posible que el médico sugiera lo que considera mejor para usted, y usted podría seguir esa recomendación. Sin embargo, informarse sobre la opción de tratamiento más adecuada para su situación siempre es ventajoso.
- ¿Qué tipo de glaucoma tengo?
- ¿Algo causó mi condición? Y si fue así, ¿qué?
- ¿Cómo se verá afectada mi visión ahora y a largo plazo?
- ¿Es hereditario? ¿Qué debo decirle a mi familia sobre mi condición?
- ¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
- ¿Cuáles son los más adecuados para mí? ¿Por qué?
- ¿Cuáles son los posibles riesgos y efectos secundarios de este tratamiento?
- ¿Qué podría pasar sin tratamiento?
- ¿Qué medicamentos me recomienda? ¿Interactuarán con otros medicamentos o suplementos dietéticos que esté tomando?
- ¿Cuánto tiempo durará este tratamiento?
- ¿Cómo sabré si el tratamiento está funcionando?
- ¿Con qué frecuencia necesitaré chequeos?
Consejos para poder trabajar con el médico
Para facilitar el seguimiento de tu tratamiento, solicita a tu médico que te entregue el plan por escrito. Sugiere que use letras grandes y, si ayuda, que codifique por colores los medicamentos y las indicaciones.
Para tu próxima cita, invita a un ser querido. Su presencia puede ser invaluable para captar toda la información, sobre todo si tu diagnóstico es nuevo y la conmoción te impide asimilar los datos médicos de manera efectiva.
Finalmente, aproveche el soporte del personal de salud. Los profesionales capacitados de su clínica, como enfermeras y técnicos, son fundamentales para el manejo de su patología. Ellos pueden brindarle orientación, dedicarle tiempo y ofrecerle la atención que le será de gran utilidad.
