Si te han diagnosticado con glaucoma, sabes lo importante que es cuidar de tus ojos. Una de las primeras cosas que tu oftalmólogo probablemente te recetó fueron unas gotas para los ojos. Y si has estado usando el tratamiento por un tiempo, es muy posible que hayas escuchado hablar, o incluso que ya estés usando, Latanoprost.
Estas pequeñas gotas que se aplican una vez al día, generalmente por la noche, son uno de los tratamientos más comunes y efectivos para controlar la presión intraocular (PIO) elevada, el factor de riesgo más importante del glaucoma. Pero, ¿qué es exactamente el Latanoprost? ¿Cómo funciona? Y lo más importante, ¿qué debes saber para usarlo correctamente y obtener los mejores resultados? Aquí te explicamos todo de una manera simple y clara.
¿Qué es el Latanoprost y cómo ayuda a tus ojos?
El Latanoprost es un medicamento que pertenece a una clase de fármacos llamados análogos de la prostaglandina. Si te suena a un término complicado, no te preocupes. Lo que realmente importa es su función: reducir la presión dentro de tus ojos.
El Latanoprost actúa abriendo y facilitando las vías de drenaje naturales de tu ojo. Imagina que el sistema de drenaje de tu fregadero está un poco obstruido; el Latanoprost es como un destapa caños que ayuda a que el agua fluya más fácilmente. Al mejorar este flujo de salida del humor acuoso, la presión intraocular disminuye, lo que a su vez ayuda a proteger tu nervio óptico del daño.

¿El Latanoprost se aplica una vez al día y preferiblemente por la noche?
Una de las grandes ventajas del Latanoprost es su conveniencia. A diferencia de otros medicamentos que requieren varias aplicaciones diarias, este solo se usa una vez al día. La razón principal de esta indicación es que sus efectos duran un día entero, lo que simplifica mucho la rutina del paciente y mejora la adherencia al tratamiento.
Además, muchos estudios clínicos y oftalmólogos recomiendan su aplicación por la noche. Esto se debe a que la presión intraocular puede tener variaciones durante el día y la noche, y aplicar la gota antes de dormir asegura que el medicamento esté en su punto máximo de acción durante las primeras horas de la mañana, cuando la PIO suele ser más alta en algunos pacientes.

Lo que debes saber para usar Latanoprost correctamente
Para que este «guardián nocturno» sea lo más efectivo posible, es crucial que lo uses de la manera correcta. No basta con aplicarlo, sino que hay que hacerlo bien:
- Una gota, una vez al día: no apliques más de la dosis recomendada. Usar más gotas no mejorará el efecto y podría incluso causar efectos secundarios.
- A la misma hora cada noche: trata de crear una rutina. Si lo haces justo antes de cepillarte los dientes o de acostarte, será más fácil que no se te olvide. La consistencia es clave.
- Técnica de aplicación: inclina tu cabeza hacia atrás, crea una especie de bolsa con el párpado inferior y aplica la gota. Evita que la punta del envase toque tu ojo o cualquier otra superficie para prevenir la contaminación.
- Si usas otras gotas: si tu oftalmólogo te ha recetado otros tipos de gotas para el glaucoma, asegúrate de esperar al menos 5 minutos entre cada una para que cada medicamento tenga tiempo de absorberse correctamente. O en todo caso, consulta al especialista para un mejor uso.
¿Puede haber efectos secundarios con el uso del Latanoprost?
Como cualquier medicamento, el Latanoprost puede tener efectos secundarios, aunque la mayoría de ellos son leves y manejables. Los más comunes son la sensación de picazón o enrojecimiento en el ojo, una visión un poco borrosa o una sensación de cuerpo extraño.
Un efecto secundario más notable y que a veces causa preocupación es el oscurecimiento del color del iris. Esto es más común en personas con ojos claros y se debe a un aumento en el pigmento marrón del iris. Es un cambio que generalmente ocurre de manera gradual y puede no ser reversible.
También es posible un aumento en el grosor y el número de las pestañas, lo que, aunque puede ser deseado por algunos, es un efecto secundario del tratamiento.
Es crucial que hables con tu oftalmólogo sobre cualquier efecto secundario que notes. El profesional es la única persona que puede ajustar tu tratamiento si es necesario.