El glaucoma es una enfermedad ocular silenciosa que, de no ser tratada, puede llevar a la ceguera total. Afecta al nervio óptico, que es el encargado de transmitir la información visual desde el ojo al cerebro. Imagina que el nervio óptico es el cable de fibra óptica que conecta tu cámara con tu monitor. Si este cable se daña, la imagen se deteriora o simplemente deja de llegar.
La causa principal del daño en el nervio óptico suele ser una presión intraocular elevada. La presión dentro de tu ojo es como la presión de una llanta. Si está muy alta, puede dañar las partes más sensibles. Pero no te alarmes, tener la presión alta en los ojos no siempre significa que tienes glaucoma. Hay personas con presiones altas que nunca lo desarrollan y personas con presiones normales que sí. Por eso es tan importante el seguimiento con un profesional.

Factores de riesgo del glaucoma: ¿Quiénes están en peligro?
Si bien cualquier persona puede desarrollar glaucoma, existen factores de riesgo que aumentan significativamente las probabilidades. Si te identificas con alguno de estos, no pierdas tiempo y agenda una revisión oftalmológica. La detección temprana es la clave para preservar tu visión.
1. Edad: el tiempo no perdona. A medida que envejecemos, el riesgo de desarrollar glaucoma aumenta. De acuerdo con el Instituto Nacional del Ojo (NEI), la prevalencia del glaucoma de ángulo abierto, la forma más común, se incrementa notablemente después de los 60 años. Si tienes más de 40 años, es recomendable que te realices un examen de la vista completo cada uno o dos años, incluso si no notas ningún problema.
2. Antecedentes familiares: Tu historial cuenta. Si tus padres, hermanos o abuelos tienen o tuvieron glaucoma, tu riesgo es hasta 10 veces mayor. El glaucoma es una enfermedad con un fuerte componente genético. Por eso, si tienes familiares con este diagnóstico, es fundamental que le comuniques a tu oftalmólogo esta información para que inicie un plan de seguimiento adecuado.
Otros factores de riesgo que no debes ignorar
Además de los factores principales, hay otras condiciones médicas y hábitos que pueden aumentar el riesgo de glaucoma.
- Presión intraocular elevada (PIO)
- Condiciones médicas
- Lesiones oculares
- Uso de corticoides

¿Qué puedes hacer hoy mismo?
La buena noticia es que, aunque no puedes cambiar tu edad, tus genes o tu origen étnico, sí puedes tomar medidas proactivas para proteger tu visión. La prevención y el manejo adecuado son tus mejores aliados.
Realízate exámenes oftalmológicos completos y regulares. Esta es la medida más importante. Un examen de rutina puede detectar el glaucoma antes de que causes un daño significativo en tu visión.
Habla con tus familiares y descubre si hay un historial de glaucoma en tu familia. Además, debes mantener un estilo de vida saludable; es decir, controlar tu diabetes y presión arterial. Una dieta equilibrada y el ejercicio regular benefician no solo tu salud general, sino también la salud de tus ojos.
Recuerda, el glaucoma es una enfermedad que roba la vista lentamente, sin dar señales de alarma. No esperes a notar los síntomas, porque para cuando lo haces, el daño puede ser irreversible.
No dejes que los problemas de visión te sorprendan. En Glaucoma Lima Center, la detección temprana es clave para proteger tus ojos. Con tecnología avanzada y el expertise del Dr. Walter Sánchez Reyes, especialista en glaucoma y cataratas, te ofrecemos el cuidado que necesitas. Muchas enfermedades oculares no presentan síntomas al inicio, no esperes a sentir molestias para agendar tu chequeo.