Muchas personas sienten nervios cuando escuchan la palabra “anestesia”. Es normal: pensar en perder la sensibilidad o el control genera cierta ansiedad, sobre todo antes de una cirugía ocular. Sin embargo, en las operaciones de cataratas el procedimiento es seguro, rápido y prácticamente indoloro, gracias a los avances en anestesia local y al acompañamiento constante del equipo médico.
Según datos publicados por el Centers for Medicare & Medicaid Services (CMS) y recopilados en el portal del eCQI Resource Center, más del 94% de las cirugías de cataratas logran una agudeza visual corregida de 20/40 o mejor. Este porcentaje refleja la alta efectividad del procedimiento y su seguridad cuando se realiza bajo las técnicas modernas actuales.
En la mayoría de los casos, los pacientes solo necesitan anestesia local o en gotas, lo que evita el dolor y permite una recuperación rápida sin necesidad de hospitalización.
Anestesia local: cómo funciona y qué puedes esperar
A diferencia de otros tipos de cirugía, no se utiliza anestesia general. En lugar de dormir al paciente, el oftalmólogo aplica gotas anestésicas o una leve inyección local que adormece únicamente el ojo que será tratado. Esto evita el dolor sin afectar la conciencia ni las funciones corporales. Durante la intervención, el paciente puede escuchar, hablar y seguir indicaciones simples, lo que facilita la comunicación con el cirujano.
Por otra parte, antes de la operación el especialista puede administrar un suave sedante oral o intravenoso para ayudar al paciente a relajarse. No es obligatorio, pero resulta útil para quienes experimentan mucha ansiedad. El objetivo es que la experiencia sea lo más cómoda y segura posible, sin necesidad de anestesia general.
Recuperación rápida y cuidados posteriores
Uno de los grandes beneficios de este tipo de anestesia es la recuperación rápida. En la mayoría de los casos, el paciente puede regresar a casa el mismo día y comenzar a notar una mejora visual dentro de las primeras horas, aunque la visión se estabiliza completamente en los días siguientes.
Lo más importante es evitar frotarse los ojos y seguir las indicaciones médicas al pie de la letra. En pocos días, la mayoría de las personas retoman sus actividades habituales sin complicaciones.
Si sientes miedo ante la idea de la anestesia, recuerda que los avances en oftalmología están pensados para cuidarte y brindarte tranquilidad. La comunicación con tu médico es clave: pregunta todo lo que necesites y comparte tus preocupaciones. Entender el proceso es el primer paso para enfrentarlo con calma. Si estás por operarte o tienes dudas sobre tu visión, agenda una evaluación en Glaucoma Lima Center, donde especialistas en salud ocular te orientarán en cada paso de tu tratamiento.
