Si tienes glaucoma, es posible que alguna vez te hayas preguntado si puedes usar lentes de contacto sin afectar tu salud ocular. La respuesta no es tan simple: aunque estos lentes pueden ofrecer comodidad y una visión más nítida, no siempre son la mejor opción para todos los pacientes. Su uso debe evaluarse con cuidado, sobre todo si existen cambios en la presión intraocular o tratamientos con colirios que puedan irritar la superficie del ojo.
Antes de decidirte, es importante conversar con tu oftalmólogo. Algunos tipos de lentes pueden adaptarse bien a ojos con glaucoma, especialmente si el paciente no presenta daño corneal o sequedad ocular. Otros, en cambio, pueden generar presión adicional o interferir con la absorción de ciertos medicamentos tópicos. La clave está en encontrar el equilibrio entre buena visión y control del glaucoma.
Lentes y glaucoma: alternativas y cuidados
En la mayoría de los casos, las personas con glaucoma pueden usar lentes de contacto blandos de uso diario, siempre que exista un control adecuado de la presión intraocular. Otra opción segura son los lentes rígidos permeables al gas, que permiten mayor oxigenación y reducen el riesgo de sequedad ocular. No obstante, deben retirarse con cuidado para evitar aumentos de presión momentáneos al manipular el ojo.
Los especialistas recomiendan evitar los lentes de contacto durante los primeros días posteriores a una cirugía ocular o cuando se presentan episodios de irritación o enrojecimiento. Además, es importante no usarlos por tiempo prolongado, mantener una higiene estricta y acudir a controles periódicos. En palabras de los expertos, “el uso de lentes de contacto no está prohibido en pacientes con glaucoma, pero debe ser siempre supervisado por un oftalmólogo y adaptado a cada caso particular”.
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