Glaucoma actividad física como ejercitarte sin elevar presión ocular

Mantenerse activo es esencial para la salud general, pero cuando se vive con glaucoma, elegir el tipo de ejercicio adecuado puede marcar una gran diferencia. Aunque la actividad física regular ayuda a mejorar la circulación y reducir la presión arterial, algunos movimientos pueden elevar temporalmente la presión intraocular (PIO), lo que representa un riesgo para quienes tienen esta enfermedad ocular crónica.

Por eso, los especialistas recomiendan priorizar ejercicios de bajo impacto que fortalezcan el cuerpo sin comprometer la visión. Según la American Academy of Ophthalmology (AAO), mantenerse activo de manera segura no solo ayuda a controlar la presión ocular, sino que también mejora el bienestar emocional y la calidad de vida de los pacientes con glaucoma.

Caminar, nadar o pedalear: aliados seguros para tus ojos

Las actividades aeróbicas moderadas —como caminar, nadar o montar bicicleta— son las más recomendadas para personas con glaucoma. Un estudio de la Glaucoma Research Foundation señala que el ejercicio cardiovascular realizado tres o más veces por semana puede reducir la PIO en algunos pacientes. Además, mejora la oxigenación de los tejidos oculares y favorece la salud del nervio óptico.

Caminar a paso ligero durante 30 minutos al día es una de las formas más simples y efectivas de mantenerse activo. La natación, por su parte, ofrece un entrenamiento completo sin presión sobre las articulaciones, mientras que el ciclismo moderado (siempre con la cabeza erguida) contribuye a mantener una buena circulación ocular. Lo importante es evitar posturas que inviertan la cabeza o impliquen esfuerzo extremo, ya que estas pueden elevar la presión dentro del ojo.

Yoga y fuerza con precaución: lo que debes evitar

Aunque el yoga es beneficioso para el equilibrio y la relajación, no todas sus posturas son seguras para las personas con glaucoma. Movimientos como Sirsasana (parada de cabeza) o Adho Mukha Svanasana (perro boca abajo) pueden aumentar la PIO debido a la inversión de la cabeza. Un estudio publicado en PLOS ONE confirmó que esta elevación puede ser inmediata y significativa en personas con glaucoma.

Asimismo, las rutinas de levantamiento de pesas o ejercicios de resistencia que requieren contener la respiración (maniobra de Valsalva) pueden elevar la presión ocular de forma temporal. Los especialistas sugieren optar por rutinas suaves, con respiración controlada y sin levantar grandes cargas. Como señala la AAO, “el equilibrio entre actividad física y cuidado ocular es clave para mantener una buena visión a largo plazo”.

Si tienes glaucoma, consulta siempre con tu oftalmólogo antes de iniciar una rutina de ejercicios. En Glaucoma Lima Center, nuestros especialistas te orientarán sobre cómo mantenerte activo sin comprometer tu salud visual.

Call Now Button