Glaucoma trabajo oficina consejos cuidar ojos pantalla

El glaucoma no impide llevar una vida profesional activa, pero sí requiere adaptar algunos hábitos diarios, sobre todo si pasas muchas horas frente a una computadora. Las largas jornadas laborales, la iluminación artificial y las pantallas pueden generar fatiga visual o aumentar la sequedad ocular, factores que, aunque no causan directamente glaucoma, pueden afectar el bienestar visual de quienes conviven con la enfermedad.

Trabajar con glaucoma significa aprender a cuidar los ojos de forma consciente. Con algunos ajustes en el entorno laboral y en la rutina, es posible reducir el malestar ocular y proteger el campo visual a largo plazo. La prevención y la constancia son tan importantes como el tratamiento médico.

Adapta tu entorno de trabajo para cuidar tu visión

El primer paso es revisar el espacio donde trabajas. La American Academy of Ophthalmology recomienda mantener una iluminación adecuada: ni demasiado intensa ni muy tenue, para evitar el esfuerzo visual. La luz natural es ideal, pero si no es posible, se puede usar una lámpara de escritorio con luz cálida y regulable, colocada de forma que no genere reflejos en la pantalla.

La posición del monitor también influye. Debe estar ligeramente por debajo del nivel de los ojos y a unos 50-60 centímetros de distancia. Esto favorece una postura relajada del cuello y evita que los párpados se abran demasiado, ayudando a reducir la evaporación de la lágrima, un problema común en personas con glaucoma que usan colirios.

Además, es recomendable seguir la regla del 20-20-20: cada 20 minutos, mirar un objeto a 20 pies (unos 6 metros) de distancia durante 20 segundos. Este sencillo hábito disminuye la fatiga ocular y mejora la lubricación natural de los ojos. También puede ayudarte a parpadear más seguido, un gesto que solemos olvidar frente a la pantalla.

Cuida tu rutina visual y tus horarios de medicación

Las personas con glaucoma suelen usar tratamientos tópicos, como colirios, para controlar la presión intraocular. Si trabajas en oficina, asegúrate de mantener una rutina fija para aplicarlos. Puedes programar recordatorios en el teléfono o mantener las gotas en un lugar visible de tu escritorio (siempre lejos del calor y la luz directa). Cumplir con los horarios es esencial para mantener la presión ocular estable.

Evita pasar muchas horas seguidas frente a pantallas sin descanso. Los microdescansos de uno o dos minutos cada hora permiten relajar la mirada y rehidratar los ojos. Además, es importante mantener una buena hidratación general —tomar agua con frecuencia— y evitar el exceso de cafeína, que puede afectar la presión ocular en algunas personas sensibles.

La World Glaucoma Association también recomienda realizar controles médicos regulares, incluso si los síntomas no cambian. La progresión del glaucoma es lenta y silenciosa, por lo que el seguimiento profesional es la única forma de saber si el tratamiento sigue siendo efectivo. Si notas visión borrosa, halos de luz o molestias nuevas, informa a tu oftalmólogo de inmediato.

Finalmente, cuidar el bienestar general también ayuda a tus ojos. Dormir bien, reducir el estrés y mantener una dieta equilibrada rica en antioxidantes —presentes en frutas, verduras y pescados grasos— contribuyen a una buena circulación ocular.

El glaucoma no tiene por qué limitar tu desempeño profesional. Con pequeños cambios en tu rutina laboral, puedes proteger tu salud visual y mantener tu calidad de vida. En Glaucoma Lima Center, ofrecemos seguimiento personalizado para pacientes que trabajan frente a pantallas, con orientación sobre hábitos saludables y control periódico de la presión intraocular. Tu visión merece una pausa. Programa tu control y trabaja con tranquilidad.

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