Miopía diabetes hipertensión cómo aumentan riesgo glaucoma Perú

La salud ocular en Perú enfrenta un desafío silencioso: miles de personas conviven con factores que elevan la probabilidad de desarrollar glaucoma sin saberlo. Tres de ellos —la miopía, la diabetes y la hipertensión arterial— son especialmente frecuentes en la población adulta, pero pocas veces se comprenden en su impacto real sobre el nervio óptico. Reconocer estas asociaciones permite anticipar el riesgo, acceder a un diagnóstico oportuno y evitar una pérdida visual que, en el caso del glaucoma, es irreversible.

El glaucoma no aparece de un día para otro. Es una enfermedad que avanza lentamente y sin síntomas en etapas iniciales, por lo que la vigilancia regular se vuelve clave, incluso si la visión parece “normal”. Organizaciones especializadas, como la American Academy of Ophthalmology (AAO) y el National Eye Institute (NEI), indican que condiciones sistémicas y refractivas influyen en el daño del nervio óptico, especialmente en personas de más de 40 años o con antecedentes familiares.

Miopía: cuando la forma del ojo suma riesgo

Aunque muchas personas consideran la miopía como un simple error refractivo, su relación con el glaucoma está bien documentada. Según estudios respaldados por la AAO (y mencionados también por el NEI), las personas con miopía moderada a alta tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar glaucoma de ángulo abierto; por ejemplo, por cada dioptría adicional de miopía el riesgo crece, y en miopías muy altas este aumento es especialmente pronunciado.

¿Por qué sucede? La miopía cambia la estructura del globo ocular, alargándolo y estirando los tejidos internos. Esto puede hacer que el nervio óptico sea más vulnerable al daño, incluso con presiones intraoculares dentro del rango “normal”. Además, la forma del ángulo de drenaje puede alterarse ligeramente, dificultando el flujo del humor acuoso en algunos casos.

En Perú, donde el uso prolongado de pantallas y el trabajo de oficina se han vuelto parte del día a día, la miopía sigue aumentando, lo que hace más urgente reforzar los controles oftalmológicos preventivos.

Diabetes: una condición que afecta más que la glucosa

La diabetes no solo compromete la circulación en la retina —como ocurre en la retinopatía diabética— sino que también está asociada a un mayor riesgo de glaucoma. Según los CDC y Mayo Clinic, las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar glaucoma neovascular y glaucoma de ángulo abierto. En el caso del glaucoma neovascular, la diabetes puede favorecer el crecimiento de nuevos vasos en el iris, lo que dificulta el drenaje del humor acuoso y eleva la presión intraocular.

En Perú, la diabetes ha mostrado una tendencia al alza, según datos del MINSA y otros organismos nacionales. Por ello el control metabólico y ocular debe ir de la mano. Un paciente diabético necesita como mínimo un examen de fondo de ojo anual, pero si ya presenta cambios vasculares o presión elevada, la frecuencia debe adaptarse.

Hipertensión arterial: un impacto directo en la circulación del nervio óptico

La hipertensión afecta los vasos sanguíneos de todo el cuerpo, incluidos los que nutren al nervio óptico. Según la AAO y diversos estudios clínicos, la presión arterial —especialmente cuando está mal controlada— puede influir en el flujo sanguíneo que llega al nervio óptico. Estas alteraciones en la perfusión ocular pueden hacerlo más vulnerable al daño, particularmente en personas con glaucoma o riesgo de desarrollarlo.

En Perú, la hipertensión arterial es relativamente común en la población adulta, y su prevalencia aumenta con la edad: por ejemplo, más de un tercio de las personas mayores de 60 años son hipertensas según el INEI. Este factor no debe ignorarse en la evaluación del glaucoma, incluso cuando la presión intraocular del paciente parece estar “bien”.

Cómo reducir el riesgo si tienes uno o más de estos factores

Tener miopía, diabetes o hipertensión no significa que desarrollarás glaucoma, pero sí implica que necesitas controles más estrictos y personalizados. Las recomendaciones de los especialistas incluyen:

● Exámenes oftalmológicos completos cada 1 año

Y cada 6 meses si existe algún cambio sospechoso o factores de alto riesgo combinados.

● Medición de presión intraocular y evaluación del nervio óptico

Incluye OCT, campimetría y gonioscopia según el caso.

● Control adecuado de diabetes e hipertensión

Un buen manejo metabólico y cardiovascular protege también la salud ocular.

● Estar atento a antecedentes familiares

Si un familiar directo tiene glaucoma, el riesgo aumenta hasta 4 veces (AAO).

Un recordatorio importante

El glaucoma no avisa. Pero sí se puede detectar temprano, especialmente en personas que conviven con miopía, diabetes o hipertensión. La revisión periódica permite identificar cambios antes de que exista pérdida visual.

Para evaluarte con especialistas en glaucoma, puedes acudir a Glaucoma Lima Center, donde encontrarás diagnóstico avanzado y seguimiento integral.

Call Now Button