La cirugía mínimamente invasiva para el glaucoma —conocida como MIGS— ha cambiado el panorama del tratamiento en los últimos años. Ya no se trata solo de gotas diarias o cirugías mayores: ahora existen implantes microscópicos capaces de mejorar el drenaje del humor acuoso desde dentro del ojo. Entre ellos, iStent y Hydrus Microstent son los más utilizados a nivel mundial. Ambos buscan lo mismo —reducir la presión intraocular (PIO)—, pero lo hacen de maneras distintas, y esa diferencia puede influir en qué opción es mejor para cada paciente.
Elegir un dispositivo MIGS no es una decisión automática. Los oftalmólogos consideran edad, tipo de glaucoma, presión objetivo, uso previo de medicamentos y si el paciente será operado también de cataratas. Por eso es valioso entender qué aporta cada tecnología y en qué casos se suele preferir una sobre otra.
iStent y Hydrus: cómo funcionan y en qué se diferencian
iStent fue uno de los primeros dispositivos MIGS aprobados por la FDA. Su versión más reciente, iStent inject W, incorpora dos pequeños implantes de titanio que se colocan dentro del canal de drenaje natural del ojo (la malla trabecular). Su función es crear microaberturas permanentes que facilitan la salida del humor acuoso. La American Academy of Ophthalmology explica que estos implantes pueden ayudar a reducir la PIO y disminuir la necesidad de gotas en pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto leve o moderado.
Hydrus Microstent, fabricado por Ivantis/Alcon, también se coloca en la misma zona, pero su diseño es distinto: es un stent curvo de 8 mm, más largo que los iStent, y actúa como un “andamio” que mantiene abierto un segmento más amplio del canal de Schlemm. Esto permite aumentar el flujo de salida en un tramo mayor. Estudios publicados en Ophthalmology han mostrado que Hydrus puede ofrecer una reducción de PIO algo más sostenida en ciertos pacientes, especialmente cuando la presión objetivo es más exigente.
En términos simples:
- iStent = dos pequeños implantes que abren microvías.
- Hydrus = un implante más largo que “destapa” un tramo continuo del canal.
Ambos se colocan durante la cirugía de catarata, lo que facilita su adopción y minimiza el tiempo de recuperación.
Resultados, beneficios y en qué pacientes se recomienda cada uno
Los dos dispositivos han demostrado ser seguros, repetibles y útiles en etapas iniciales o moderadas del glaucoma. Sin embargo, varios factores pueden orientar la elección:
iStent: un perfil más conservador y versátil
Muchos oftalmólogos lo eligen cuando el objetivo es reducir dependencias de gotas y evitar progresión en casos leves. Su implantación es rápida, el riesgo de efectos adversos es bajo y es bien tolerado por pacientes con córneas sensibles o antecedentes quirúrgicos.
La Glaucoma Research Foundation destaca que los dispositivos que actúan sobre la malla trabecular tienen una tasa de seguridad alta y una recuperación generalmente muy rápida.
Hydrus: mayor apertura del canal y reducción más intensa
En pacientes con presiones más difíciles de controlar, antecedentes de PIO relativamente alta o progresión documentada, algunos especialistas optan por Hydrus debido a su efecto sobre un segmento más amplio del canal. Esto puede traducirse en una reducción de PIO más marcada, sin llegar a la agresividad de cirugías mayores como la trabeculectomía.
Un ensayo clínico multicéntrico publicado en Ophthalmology reportó que Hydrus logró mayores tasas de reducción sostenida de PIO sin medicamentos, en comparación con iStent en un período de seguimiento de 24 meses. Esto no significa que siempre sea “mejor”, sino que responde a objetivos terapéuticos diferentes.
Lo que tienen en común
- Se realizan con incisiones muy pequeñas.
- No alteran significativamente la anatomía del ojo.
- Permiten volver rápido a las actividades habituales.
- Pueden repetirse o combinarse con otras intervenciones futuras.
Un acompañamiento clave para tomar la mejor decisión
En la elección entre iStent y Hydrus, no existe una respuesta universal. El tipo de glaucoma, la presión objetivo, la etapa de la enfermedad y los antecedentes oculares son decisivos. Por eso, una evaluación completa —incluyendo OCT, campimetría, gonioscopía y medición de la PIO en distintos momentos del día— es esencial para definir cuál dispositivo ofrece mayor beneficio en cada caso.
Si deseas resolver dudas, obtener una segunda opinión o conocer si eres candidato a un MIGS, puedes consultar con los especialistas de Glaucoma Lima Center, donde se evalúa cada caso con tecnología actualizada y se explican las alternativas de forma clara y personalizada.
