Recibir un diagnóstico de glaucoma suele generar muchas dudas y, sobre todo, temor a una posible cirugía. Sin embargo, hoy existen alternativas eficaces y poco invasivas que permiten controlar la enfermedad sin necesidad de entrar a un quirófano. Una de las más utilizadas en el mundo es la trabeculoplastia selectiva con láser (SLT), un procedimiento moderno que ayuda a reducir la presión intraocular de forma segura y ambulatoria.

El objetivo principal del tratamiento del glaucoma es disminuir la presión dentro del ojo para proteger el nervio óptico y evitar la progresión de la pérdida visual. Tradicionalmente, esto se lograba principalmente con gotas de uso diario. No obstante, estudios recientes y la experiencia clínica han posicionado a la SLT como una opción de primera línea en muchos pacientes, especialmente por su efectividad, bajo riesgo y buena tolerancia.

¿Qué es la trabeculoplastia selectiva con láser (SLT)?

La SLT es un procedimiento que utiliza pulsos breves de láser de baja energía dirigidos al trabéculo, la estructura del ojo encargada de drenar el humor acuoso. A diferencia de técnicas más antiguas, este láser actúa solo sobre las células pigmentadas del trabéculo, sin dañar los tejidos vecinos. De allí su nombre: “selectiva”.

Al estimular estas células, se activa una respuesta biológica que mejora el drenaje del líquido intraocular, logrando así una disminución de la presión ocular. El procedimiento dura apenas unos minutos, se realiza con el paciente despierto y no requiere hospitalización.

Según la Academia Americana de Oftalmología (AAO), la SLT puede reducir la presión intraocular entre un 20 % y 30 % en muchos pacientes con glaucoma de ángulo abierto. Además, su perfil de seguridad es muy alto, con efectos secundarios generalmente leves y transitorios.

¿En qué casos se recomienda la SLT?

La trabeculoplastia selectiva con láser está indicada principalmente en personas con glaucoma de ángulo abierto o con hipertensión ocular. Puede utilizarse en diferentes escenarios:

  • Como tratamiento inicial, incluso antes del uso de gotas.
  • En pacientes que no toleran bien los medicamentos o tienen dificultades para cumplirlos correctamente.
  • Como complemento cuando las gotas no logran controlar adecuadamente la presión.
  • En personas que desean reducir su dependencia del tratamiento farmacológico a largo plazo.

El estudio LiGHT Trial, publicado en The Lancet, demostró que la SLT usada como primera línea de tratamiento es tan efectiva como las gotas hipotensoras, con mejor adherencia y menor impacto en la calidad de vida del paciente. Este hallazgo ha cambiado la forma en que muchos especialistas abordan el manejo inicial del glaucoma.

Beneficios frente a otros tratamientos

Uno de los principales atractivos de la SLT es que no es una cirugía y, al mismo tiempo, ofrece resultados comparables a los tratamientos con gotas en muchos casos. Entre sus principales ventajas se encuentran:

  • Procedimiento rápido, ambulatorio y prácticamente indoloro.
  • No requiere incisiones ni puntos.
  • Bajo riesgo de complicaciones.
  • Puede repetirse en el tiempo si la presión vuelve a elevarse.
  • Reduce o elimina la necesidad de usar gotas diariamente en algunos pacientes.

A diferencia de la trabeculoplastia con láser de argón (ALT), una técnica más antigua, la SLT no produce daño térmico acumulativo en el tejido, lo que permite su repetición con mayor seguridad.

¿Qué se siente durante y después del procedimiento?

La mayoría de los pacientes describe la SLT como un procedimiento cómodo. Antes de iniciar, se aplican gotas anestésicas, por lo que no se siente dolor. Durante la sesión, pueden percibirse destellos de luz y una leve sensación de presión, pero nada intenso.

Después del láser, es posible presentar ligera visión borrosa, enrojecimiento o molestia ocular leve durante algunas horas. En la mayoría de los casos, estas molestias desaparecen rápidamente. El oftalmólogo indicará gotas antiinflamatorias por unos días y realizará un control de presión dentro de las primeras horas o días posteriores.

Es importante destacar que el efecto de la SLT no siempre es inmediato. En algunos pacientes, la presión comienza a disminuir progresivamente en las semanas siguientes.

La SLT en el contexto del glaucoma en el Perú

En el Perú, el glaucoma es una de las principales causas de ceguera irreversible. El Ministerio de Salud (MINSA) y diversas sociedades oftalmológicas nacionales insisten en la importancia del diagnóstico temprano y del acceso a tratamientos efectivos para frenar su avance.

Cada vez más centros especializados incorporan tecnologías láser como la SLT dentro de sus alternativas terapéuticas, lo que permite ofrecer opciones menos invasivas y con tiempos de recuperación muy cortos. Esto resulta especialmente valioso en pacientes adultos mayores o con otras enfermedades crónicas que dificultan una cirugía convencional.

Un paso moderno para proteger la visión

La trabeculoplastia selectiva con láser representa un avance importante en el tratamiento del glaucoma. Su efectividad, seguridad y comodidad la han convertido en una herramienta clave para controlar la presión intraocular sin necesidad de cirugía en muchos pacientes. Sin embargo, no todos los casos son iguales, y la decisión de realizarla siempre debe basarse en una evaluación individual por parte del especialista.

Si has sido diagnosticado con glaucoma o te han detectado presión ocular elevada, conversar con tu oftalmólogo sobre terapias como la SLT puede abrir nuevas alternativas para proteger tu visión a largo plazo. En centros especializados como Glaucoma Lima Center, es posible acceder a evaluaciones integrales y tecnologías modernas que permiten elegir el tratamiento más adecuado para cada paciente.

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