¿Te han diagnosticado con desprendimiento de retina y glaucoma? Sabemos que puede sonar aterrador, pero no entres en pánico. Es importante entender que, aunque ambos son condiciones serias, el tratamiento adecuado y la atención oportuna pueden hacer una gran diferencia. En este artículo, desglosaremos estas dos enfermedades, cómo se relacionan y, lo más importante, qué pasos puedes seguir para proteger tu vista.
Aunque el desprendimiento de retina y el glaucoma son problemas distintos, es crucial saber que pueden coexistir. El desprendimiento de retina ocurre cuando la capa de tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo (la retina) se separa de su posición. Esto es una emergencia médica que, si no se trata rápidamente, puede llevar a la pérdida de la visión. El glaucoma, por otro lado, es una enfermedad del nervio óptico, a menudo relacionada con una presión ocular alta, que daña el nervio y roba la vista de forma gradual e irreversible.

¿Cómo se relacionan un desprendimiento de retina y el glaucoma?
Aunque son enfermedades diferentes, existen casos en los que una puede influir en la otra. Por ejemplo, en algunos tipos de glaucoma, como el glaucoma neovascular, el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos anormales en el ojo puede llevar a complicaciones graves. Si estos vasos se desarrollan en la retina, pueden aumentar el riesgo de un desprendimiento de retina traccional, donde la retina es «jalada» por estos vasos anormales.
Además, algunas cirugías para el desprendimiento de retina, como la vitrectomía, pueden causar un aumento temporal de la presión intraocular. Este aumento, en personas ya propensas al glaucoma, puede ser un factor de riesgo a considerar. Es por eso que el oftalmólogo que te atienda debe tener en cuenta ambas condiciones al planificar tu tratamiento.
¿Qué hacer si te diagnostican con ambas condiciones?
El primer paso es mantener la calma y seguir las indicaciones de tu oftalmólogo. Un diagnóstico de doble peligro ocular requiere un plan de tratamiento muy bien coordinado.
El desprendimiento de retina es una emergencia quirúrgica. La visión que se pierde a causa de este problema puede ser irreversible si no se trata a tiempo. Tu oftalmólogo probablemente programará la cirugía de forma inmediata para reacomodar la retina. El tipo de cirugía dependerá de la gravedad del desprendimiento.
Mientras se aborda el desprendimiento, el control del glaucoma no debe detenerse. Si ya usas gotas para el glaucoma, es vital que continúes con ellas, a menos que tu médico te indique lo contrario. Después de la cirugía para el desprendimiento de retina, el oftalmólogo ajustará tu tratamiento para el glaucoma, monitoreando de cerca la presión intraocular.
Después de la cirugía de desprendimiento de retina, los chequeos postoperatorios son cruciales. Tu médico revisará cómo va la recuperación de la retina y, al mismo tiempo, la presión de tu ojo. Un seguimiento riguroso es la clave para prevenir la pérdida de visión a largo plazo.

Prevención y datos que debes conocer
No podemos enfatizar lo suficiente la importancia de los exámenes oculares regulares. El glaucoma, por ejemplo, es conocido como el «ladrón silencioso de la vista» porque en sus etapas iniciales no presenta síntomas. La única forma de detectarlo a tiempo es a través de una revisión completa.
En cuanto al desprendimiento de retina, aunque a menudo es inesperado, hay señales de alerta. Si de repente ves destellos de luz (fotopsias) o una cortina oscura que cubre tu campo de visión, busca atención médica de inmediato.
Recuerda, tener un diagnóstico de desprendimiento de retina y glaucoma no significa el fin de tu visión. Significa que necesitas actuar rápido y trabajar de la mano con tu oftalmólogo. Con el tratamiento correcto y un seguimiento estricto, es posible controlar ambas condiciones y proteger tu vista.