Es normal tener presión ocular alta solo algunas épocas

La presión ocular es uno de los indicadores más importantes de la salud visual, especialmente cuando se habla de prevención del glaucoma. Sin embargo, muchas personas notan que sus valores de presión intraocular parecen variar a lo largo del año y se preguntan si es normal que esté más alta en determinadas temporadas, como en verano o durante épocas de mayor estrés. ¿Se trata de algo fisiológico o de una señal de alerta?

Lo cierto es que la presión ocular puede presentar ligeras variaciones estacionales, pero estas oscilaciones deben ser cuidadosamente evaluadas por un especialista. Normalizar valores elevados sin un adecuado seguimiento puede retrasar el diagnóstico de enfermedades silenciosas como el glaucoma, una de las principales causas de ceguera irreversible en el mundo.

Qué es la presión intraocular y por qué puede variar durante el año

La presión intraocular (PIO) es la fuerza que ejerce el humor acuoso —el líquido que circula dentro del ojo— sobre sus paredes. Este equilibrio entre producción y drenaje del líquido es fundamental para mantener la forma del ojo y su correcto funcionamiento. Cuando este sistema se altera, la presión puede elevarse.

Según la American Academy of Ophthalmology (AAO), los valores normales de la presión intraocular suelen estar entre 10 y 21 mmHg. Sin embargo, pequeñas variaciones pueden presentarse a lo largo del día e incluso entre distintas estaciones del año.

Algunos factores que pueden influir en estas fluctuaciones son:

  • Cambios de temperatura ambiental, especialmente el calor intenso.
  • Deshidratación, más frecuente en verano.
  • Actividad física intensa.
  • Consumo de cafeína o ciertos medicamentos.
  • Estrés y cambios hormonales.

El National Eye Institute (NEI) también señala que la presión ocular puede variar de forma natural durante el día (variación diurna), siendo generalmente más alta en las primeras horas de la mañana. Estas oscilaciones leves suelen ser normales y no representan un riesgo por sí solas, siempre que se mantengan dentro de rangos saludables.

El problema surge cuando estas elevaciones son persistentes, superan los valores normales o se presentan en personas con factores de riesgo, ya que pueden indicar la presencia de hipertensión ocular, una condición que incrementa significativamente las probabilidades de desarrollar glaucoma.

Cuándo la presión ocular alta deja de ser estacional y requiere evaluación médica

Aunque es cierto que existen variaciones temporales, no es normal mantener la presión ocular elevada de forma recurrente, incluso si solo ocurre en determinadas épocas del año. La llamada hipertensión ocular se caracteriza por valores elevados de presión intraocular sin signos aparentes de daño en el nervio óptico en las primeras etapas, pero puede evolucionar hacia glaucoma con el tiempo.

De acuerdo con la Mayo Clinic, las personas con presión ocular alta tienen un mayor riesgo de desarrollar glaucoma, especialmente si presentan otros factores como:

  • Antecedentes familiares de glaucoma.
  • Edad mayor de 40 años.
  • Diabetes o hipertensión arterial.
  • Miopía alta.
  • Uso prolongado de corticoides.

El glaucoma es conocido como el “ladrón silencioso de la visión” porque, en la mayoría de los casos, no presenta síntomas en sus fases iniciales. Cuando aparecen las primeras pérdidas visuales, el daño al nervio óptico ya suele ser irreversible. Por eso, confiar en que una presión ocular alta “solo es por la temporada” sin una evaluación especializada puede ser un error con consecuencias permanentes.

Además, solo un diagnóstico ocular integral permite determinar si esas elevaciones estacionales están generando daño estructural en el nervio óptico o alteraciones en el campo visual. La simple medición aislada de la presión no es suficiente para descartar el riesgo de glaucoma.

La importancia del control periódico, incluso cuando la presión “baja”

Un error frecuente es suspender los controles cuando los valores de presión vuelven a la normalidad. Sin embargo, los especialistas recomiendan que toda persona con antecedentes de presión ocular alta, aunque sea estacional, debe mantener un seguimiento oftalmológico periódico.

El control regular permite:

  • Detectar cambios progresivos en la presión.
  • Evaluar el estado del nervio óptico.
  • Identificar pérdidas tempranas del campo visual.
  • Iniciar tratamiento oportuno, si es necesario.

En Glaucoma Lima Center, realizamos evaluaciones completas para el monitoreo de la presión ocular, utilizando tecnología especializada que permite detectar alteraciones incluso antes de que el paciente perciba algún síntoma. Un control oportuno puede marcar la diferencia entre preservar la visión o enfrentar una pérdida irreversible.

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