Es muy probable que tú o un ser querido se hayan cruzado con el término «enfermedades hereditarias de la retina». Es un tema que puede generar muchas preguntas e incluso cierta preocupación, pero aquí te guiaré a través de esta información de la manera más clara y útil posible. Quiero brindarte datos de alto valor, provenientes de fuentes confiables, para que comprendas mejor estas condiciones que afectan a la vista.
Para entender qué son, primero debemos comprender la retina. Imagina la retina como la «pantalla» en la parte posterior de tu ojo, responsable de captar la luz y enviar las imágenes al cerebro. Es una parte increíblemente compleja y delicada de tu sistema visual.
Las enfermedades hereditarias de la retina, también conocidas como distrofias retinianas hereditarias (DRH), son un grupo de trastornos genéticos que afectan la estructura y función de esta vital parte del ojo. Esto significa que están causadas por alteraciones en nuestros genes, los cuales son las instrucciones que nuestro cuerpo utiliza para funcionar. Cuando estos genes encargados de la salud de la retina no funcionan correctamente, pueden llevar a una serie de problemas visuales que varían en severidad y progresión.

Las enfermedades hereditarias de la retina más comunes que debes conocer
Existen más de 300 genes conocidos que, al mutar, pueden causar una distrofia retiniana. Sin embargo, hay algunas que son más prevalentes y, por lo tanto, es más probable que escuches hablar de ellas. Permíteme presentarte las más comunes:
Retinosis Pigmentaria (RP)
Si hay una enfermedad hereditaria de la retina de la que quizás hayas oído hablar, es la Retinosis Pigmentaria. Es, sin duda, el grupo más frecuente de distrofias retinianas, afectando aproximadamente a 1 de cada 4.000 personas. ¿Qué la hace tan particular? Se caracteriza por una degeneración progresiva de los fotorreceptores, las células especializadas de la retina que detectan la luz. Inicialmente, afecta a los bastones, responsables de la visión nocturna y periférica, lo que se traduce en:
- Nictalopía o ceguera nocturna: Dificultad para ver en condiciones de poca luz.
- Pérdida de campo visual periférico: Sensación de «visión de túnel», donde el campo de visión se va estrechando gradualmente.
A medida que la enfermedad avanza, también pueden verse afectados los conos, encargados de la visión central y del color, lo que lleva a una disminución de la agudeza visual y problemas para percibir los colores. La progresión de la Retinosis Pigmentaria es variable, pero lamentablemente puede conducir a la ceguera legal en las etapas avanzadas.
Degeneración Macular de Stargardt (DMS)
A diferencia de la Retinosis Pigmentaria, la Enfermedad de Stargardt afecta predominantemente a la mácula, la parte central de la retina responsable de nuestra visión más nítida y detallada, la que utilizamos para leer, reconocer rostros y distinguir colores. Es la degeneración macular hereditaria más común, afectando aproximadamente a 1 de cada 8.000 a 10.000 personas.
Los síntomas suelen aparecer en la infancia o la adolescencia y se caracterizan principalmente por una disminución de la agudeza visual central. Esto significa que tendrás dificultades para leer, realizar tareas que requieren visión fina y notarás que los detalles se vuelven borrosos.
Amaurosis Congénita de Leber (ACL)
La Amaurosis Congénita de Leber es una de las causas más comunes de ceguera o discapacidad visual grave en bebés y niños pequeños, lo que la hace particularmente desgarradora. Se estima que afecta a 1 de cada 30.000 a 80.000 nacimientos.
Los bebés con ACL suelen mostrar signos de visión deficiente desde el nacimiento o en los primeros meses de vida. Pueden tener movimientos oculares inusuales (nistagmo), no responder visualmente a los estímulos y sus pupilas pueden no reaccionar bien a la luz. Es una condición severa que afecta a los fotorreceptores en toda la retina, llevando a una pérdida profunda de la visión. Sin embargo, en los últimos años ha habido avances prometedores en la terapia génica para ciertos tipos de ACL, ofreciendo un rayo de esperanza.

Diagnóstico y perspectivas a futuro
Si sospechas que tú o alguien en tu familia podría tener una enfermedad hereditaria de la retina, el primer paso es consultar a un oftalmólogo especializado en retina. El diagnóstico generalmente implica una combinación de:
- Examen oftalmológico completo
- Pruebas electrofisiológicas, que mide la actividad eléctrica de la retina.
- Pruebas de imagen avanzadas, como la tomografía de coherencia óptica (OCT)
- Pruebas genéticas
Actualmente, no existe una cura para la mayoría de estas enfermedades, pero la investigación es un campo vibrante y en constante evolución. Actualmente, hay un momento emocionante con avances significativos en:
- Terapia génica, que busca introducir copias funcionales de los genes defectuosos en las células de la retina. Ya hay una terapia génica aprobada para un tipo específico de Amaurosis Congénita de Leber (Luxturna).
- Terapia celular, que implica el uso de células madre para reemplazar o reparar las células dañadas de la retina.
- Fármacos neuroprotectores, destinados a proteger las células retinianas restantes.
- Implantes subretinianos y prótesis de retina, que son dispositivos que buscan restaurar la visión mediante estimulación eléctrica.
Estos avances ofrecen una esperanza real para el futuro, y es crucial que los pacientes estén informados sobre las últimas investigaciones y ensayos clínicos. Aunque estas condiciones presentan desafíos, el conocimiento es poder. Mantente informado, busca el apoyo de profesionales de la salud visual y de la comunidad, y recuerda que la investigación avanza a pasos agigantados, trayendo consigo nuevas esperanzas y posibilidades.