Si te han diagnosticado glaucoma, es natural que te preguntes cómo este padecimiento afectará tu vida diaria, especialmente si eres una persona activa. La buena noticia es que la mayoría de las actividades físicas son seguras y hasta beneficiosas. Sin embargo, hay un tipo de ejercicios que debes evitar, ya que podrían aumentar la presión intraocular (PIO), un factor clave en la progresión de la enfermedad.
¿Cómo afecta el ejercicio a tus ojos?
El glaucoma es una enfermedad que daña el nervio óptico, a menudo debido a una presión intraocular elevada. Mientras que el ejercicio moderado, como caminar o trotar, ha demostrado ser beneficioso para reducir la PIO y mejorar el flujo sanguíneo ocular, ciertos movimientos y posturas pueden tener el efecto contrario. Comprender esta diferencia es crucial para proteger tu visión a largo plazo.

El peligro de los ejercicios de alto impacto y posturas invertidas
Si tienes glaucoma, tu objetivo principal es mantener la presión intraocular lo más estable posible. Algunos ejercicios pueden provocar picos repentinos de PIO, lo que podría poner en riesgo tu nervio óptico. A continuación, te detallo los tipos de ejercicios que debes evitar y por qué:
- Ejercicios de levantamiento de pesas intensos: Levantar cargas pesadas, especialmente si lo haces conteniendo la respiración, provoca un aumento significativo de la presión arterial y, por ende, de la presión intraocular. Si te gusta el levantamiento de pesas, es fundamental que consultes con tu oftalmólogo para que te indique cómo ajustar tus rutinas. Lo ideal es usar pesos más ligeros, hacer más repeticiones y, sobre todo, respirar de forma constante y fluida.
- Posturas de yoga invertidas: Como la parada de cabeza o la parada de hombros (Sarvangasana) implican colocar la cabeza por debajo del nivel del corazón. Esto aumenta el flujo sanguíneo hacia la cabeza y los ojos, lo que puede elevar temporalmente la presión intraocular. Si practicas yoga, habla con tu instructor para que adapte la sesión a tus necesidades, enfocándote en posturas de pie o sentado que no impliquen la inversión del cuerpo.
- Ejercicios de esfuerzo en posición de prono: Cualquier actividad que requiera que te acuestes boca abajo y pongas la cabeza en una posición baja, como algunas planchas o ejercicios de estiramiento, podría ejercer una presión adicional sobre los ojos.
- Deportes de contacto y extremos: Deportes como el boxeo, el kickboxing o cualquier actividad que implique un riesgo de impacto directo en la cabeza o los ojos debe ser evitada. Un golpe fuerte podría causar un daño irreparable al nervio óptico.

¿Qué ejercicios sí son seguros y recomendables?
Ahora que sabes qué evitar, te preguntarás qué actividades puedes realizar con tranquilidad. La clave está en optar por ejercicios que mantengan una presión intraocular estable y promuevan la salud cardiovascular general. Los oftalmólogos y expertos en salud visual recomiendan:
- Caminatas y senderismo
- Natación
- Ciclismo
- Yoga adaptado
- Pilates
Vivir con glaucoma no significa renunciar a la actividad física. Al contrario, mantener un estilo de vida activo y saludable es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu cuerpo y tus ojos. La clave es la moderación y la comunicación. Siempre debes hablar con tu oftalmólogo antes de iniciar o modificar cualquier rutina de ejercicios. Ellos son la mejor fuente de información y pueden darte recomendaciones personalizadas basadas en el tipo de glaucoma que tienes y su estado de progresión.