En los últimos años, la cirugía mínimamente invasiva para el glaucoma —conocida como MIGS, por sus siglas en inglés (Minimally Invasive Glaucoma Surgery)— ha revolucionado el manejo quirúrgico de esta enfermedad. Entre las técnicas más avanzadas destacan el procedimiento GATT (Gonioscopy-Assisted Transluminal Trabeculotomy) y el Kahook Dual Blade (KDB), dos métodos diseñados para mejorar el drenaje del humor acuoso y reducir la presión intraocular sin los riesgos mayores de una cirugía tradicional.
Según la American Academy of Ophthalmology (AAO), estas cirugías buscan ofrecer una recuperación más rápida, menor manipulación de los tejidos y menos complicaciones postoperatorias. Pero aunque ambas comparten el mismo objetivo —controlar la presión ocular—, sus mecanismos y aplicaciones son distintos.
¿Qué es la microcirugía GATT y en qué casos se recomienda?
El procedimiento GATT fue descrito en 2014 por el Dr. Davinder S. Grover, del Glaucoma Associates of Texas, y consiste en una trabeculotomía circunferencial asistida por gonioscopía. En términos simples, el cirujano introduce un microcatéter dentro del canal de Schlemm para abrirlo en 360 grados, restaurando el flujo natural del humor acuoso hacia las vías de drenaje.
Este tipo de cirugía se realiza desde el interior del ojo, sin necesidad de incisiones externas. Según el Journal of Glaucoma (2020), GATT es particularmente útil en pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto, así como en algunos casos secundarios (por ejemplo, después de trauma o cirugía previa), donde el sistema de drenaje trabecular aún conserva cierta funcionalidad.
La principal ventaja del GATT es su amplitud de acción, ya que abre todo el canal de drenaje, reduciendo significativamente la presión intraocular. Sin embargo, no se recomienda cuando hay sinequias extensas o daño severo del ángulo iridocorneal.
Kahook Dual Blade (KDB): precisión y control en el ángulo del ojo
El dispositivo Kahook Dual Blade, desarrollado por New World Medical, es otra opción dentro de las MIGS. A diferencia del GATT, este instrumento realiza una goniotomía controlada: un corte preciso y limpio del trabeculado para eliminar la resistencia al drenaje del humor acuoso.
De acuerdo con Glaucoma Today, el KDB se emplea sobre todo en casos de glaucoma leve a moderado, y puede combinarse con cirugía de cataratas. Su ventaja radica en la simplicidad y seguridad del procedimiento: el cirujano puede controlar la extensión del corte y evitar el daño a estructuras adyacentes.
Estudios clínicos (como los publicados en Clinical Ophthalmology, 2022) señalan que los pacientes sometidos a KDB experimentan una reducción promedio del 30–40 % en la presión intraocular, con mínima inflamación y rápida recuperación visual.
¿Cuál es la mejor opción para cada paciente?
La elección entre GATT y Kahook depende del tipo y grado de glaucoma, del estado del ángulo de drenaje y de los antecedentes quirúrgicos del paciente. Mientras el GATT ofrece un abordaje más integral, el Kahook Dual Blade permite una intervención más focalizada y segura en ojos con menor daño.
El Dr. Malik Y. Kahook, creador del dispositivo, explica que “la meta no es competir entre técnicas, sino ofrecer opciones personalizadas que permitan preservar la visión con el menor riesgo posible” (Review of Ophthalmology, 2021).
En centros especializados como Glaucoma Lima Center, el uso de ambas técnicas se adapta a cada caso tras una evaluación detallada del ángulo y del nivel de presión ocular, priorizando resultados duraderos con mínima invasión.
Las microcirugías GATT y Kahook representan el futuro del tratamiento quirúrgico del glaucoma. Ambas reducen la presión ocular de forma segura, mejoran la calidad de vida y amplían las alternativas más allá de las cirugías tradicionales. Consultar con un oftalmólogo especializado en glaucoma es clave para determinar cuál de estas técnicas puede ofrecer el mejor pronóstico visual.
