Es probable que tú o un ser querido estén explorando opciones para manejar el glaucoma, especialmente en casos donde los tratamientos convencionales no han sido suficientes. Sabemos lo abrumador que puede ser este camino, pero hoy quiero hablarte de un tema muy específico, pero crucial: el implante Molteno. En este artículo quiero darte información de alto valor, clara y directa, para que entiendas qué es, cómo funciona y, lo más importante, si podría ser una alternativa para ti.
¿Qué es el implante Molteno y cómo funciona?
El implante Molteno es un dispositivo médico que se utiliza para ayudar a controlar la presión intraocular en ojos con glaucoma complejo, donde otras cirugías han fallado o no son apropiadas.
Este dispositivo consiste en una pequeña placa de silicona, generalmente de forma ovalada, con un tubo muy delgado unido a ella. Durante la cirugía, el tubo se inserta en la cámara anterior del ojo (la parte frontal del ojo, entre la córnea y el iris) y la placa se sutura a la esclera (la parte blanca del ojo), generalmente debajo de la conjuntiva (la membrana transparente que recubre la parte blanca del ojo).
El mecanismo es relativamente sencillo, pero ingenioso. El humor acuoso fluye a través del tubo, se acumula en la superficie de la placa y luego es absorbido lentamente por el tejido circundante. Esto crea una vía de drenaje alternativa, permitiendo que la presión dentro del ojo disminuya y se mantenga en un rango saludable.
Es importante destacar que existen diferentes tipos de implantes Molteno, incluyendo versiones de una o dos placas, que se eligen según las necesidades específicas de cada paciente y la severidad del glaucoma.

¿Quién es un candidato para el Implante Molteno?
Esta es una de las preguntas más importantes y, como con cualquier procedimiento médico, la decisión de si eres un candidato se toma tras una evaluación exhaustiva por parte de tu oftalmólogo. Sin embargo, te puedo dar una idea general de los perfiles de pacientes que suelen beneficiarse de este tipo de implante.
- Glaucoma refractario: en pacientes cuya presión intraocular no ha podido ser controlada con otras cirugías de glaucoma previas, como la trabeculectomía.
- Glaucoma neovascular: una forma grave de glaucoma que ocurre cuando se forman vasos sanguíneos anormales en el iris y en el ángulo de drenaje del ojo, a menudo asociada con la retinopatía diabética o la oclusión de la vena central de la retina.
- Glaucoma pediátrico complejo: en niños con glaucoma congénito o adquirido que no responden a los tratamientos iniciales.
- Glaucoma traumático: cuando el glaucoma se desarrolla como resultado de una lesión ocular.
- Glaucoma asociado a uveítis: sucede cuando la inflamación crónica dificulta el control de la PIO.
- Ojos con anatomía alterada: pacientes que han tenido múltiples cirugías oculares previas, lo que ha alterado la anatomía del ojo y hace que otras intervenciones sean menos probables de éxito.
Tu oftalmólogo considerará tu historial médico completo, los tratamientos previos, la condición actual de tu ojo, tu visión y la severidad de tu glaucoma. Se realizarán exámenes detallados, como la gonioscopia, la paquimetría corneal, la tomografía de coherencia óptica (OCT) del nervio óptico y campos visuales para determinar la extensión del daño y la viabilidad del implante.

¿Cómo es la recuperación luego del implante de Molteno?
Después de la cirugía del implante Molteno, la recuperación es un proceso gradual. Es normal experimentar algo de molestias, visión borrosa e irritación en los días y semanas posteriores. Tu médico te recetará gotas para los ojos (antibióticos y esteroides) para prevenir infecciones y reducir la inflamación. Las visitas de seguimiento son cruciales para monitorear la presión intraocular y asegurar que el implante esté funcionando correctamente.
El objetivo principal del implante Molteno es reducir y estabilizar la presión intraocular para prevenir una mayor pérdida de la visión. Es importante comprender que no restaura la visión que ya se ha perdido. Los estudios muestran que los implantes de drenaje son efectivos para controlar la PIO en un alto porcentaje de pacientes a largo plazo.
Como con cualquier cirugía, existen riesgos potenciales, como infección, sangrado, desprendimiento de retina, y la necesidad de cirugías adicionales. Sin embargo, en manos de un cirujano experimentado, los beneficios superan ampliamente los riesgos para los pacientes que lo necesitan.
Ahora, si has llegado hasta aquí, es porque estás activamente buscando soluciones, y eso es un gran paso. Mi consejo más sincero es que mantengas una comunicación abierta y honesta con tu oftalmólogo. Haz todas las preguntas que tengas, por pequeñas que parezcan. El implante Molteno puede ser una herramienta poderosa en el manejo del glaucoma complejo, ofreciéndote una esperanza renovada para preservar tu visión.