el trasplante de córnea

Uno de los procedimientos más extraordinarios en el mundo de la oftalmología es el trasplante de córnea, también conocido como queratoplastia. Si estás leyendo esto, es probable que tú o un ser querido estén explorando esta opción, y mi objetivo es ofrecerte información clara, precisa y de alto valor sobre cómo se lleva a cabo este proceso y qué esperar durante la recuperación.

Recuerda que la córnea es esa ventana transparente en la parte frontal de tu ojo, esencial para una visión clara. Cuando se daña por enfermedades, infecciones o lesiones, la visión puede verse seriamente afectada. En esos casos, un trasplante puede ser la luz al final del túnel.

¿Cuándo necesitas un trasplante de córnea? Las razones detrás de la decisión

No todas las afecciones de la córnea requieren un trasplante. Esta intervención se considera cuando la visión está gravemente comprometida y otras opciones de tratamiento ya no son efectivas. Algunas de las condiciones más comunes que pueden llevar a la necesidad de una queratoplastia incluyen:

  • Queratocono: que es una enfermedad progresiva donde la córnea se adelgaza y toma forma de cono, distorsionando la visión.
  • Distrofias corneales: es un grupo de enfermedades genéticas que causan la acumulación de material anormal en la córnea, afectando su transparencia.
  • Cicatrices corneales: resultado de infecciones (como herpes ocular), lesiones o quemaduras que dejan opacidades en la córnea.
  • Fallo de un trasplante anterior: en algunas ocasiones, un primer trasplante puede no ser exitoso y se requiere una segunda intervención.
  • Edema corneal: cuando hay una hinchazón de la córnea, a menudo después de una cirugía de cataratas, que causa visión borrosa.
Las cataratas oculares son una afección que opacifica el cristalino del ojo
Las cataratas se asocian comúnmente con el envejecimiento y son la principal causa de ceguera reversible en personas mayores de 40 años. (Foto: Gemini AI)

¿Cuál es el procedimiento del trasplante de córnea?

Una vez que tú y tu equipo médico han decidido que un trasplante de córnea es el camino a seguir, el siguiente paso es entender el procedimiento en sí. Es natural sentir curiosidad o incluso nerviosismo, pero te aseguro que es un procedimiento bien establecido y realizado con gran precisión. Existen varios tipos de trasplantes de córnea, cada uno diseñado para abordar diferentes capas de la córnea y aquí te lo explico.

Primero es la queratoplastia penetrante (PKP). Es el tipo más tradicional y consiste en reemplazar todo el espesor de la córnea dañada con una córnea de donante sana. Es como reemplazar completamente una ventana.

Luego está la queratoplastia laminar endotelial (DSEK/DSAEK o DMEK). Son procedimientos más recientes y altamente especializados. En lugar de reemplazar toda la córnea, solo se reemplaza la capa más interna (endotelio) y, a veces, una parte del estroma posterior. La ventaja principal es una recuperación más rápida y menor riesgo de complicaciones relacionadas con el rechazo de capas más superficiales.

La recuperación y cuidados postoperatorios

La fase de recuperación es tan crucial como la cirugía misma para el éxito del trasplante. Es un proceso que requiere paciencia y el seguimiento estricto de las indicaciones de tu oftalmólogo.
Inmediatamente después de la cirugía, es probable que experimentes algo de molestia, sensibilidad a la luz y visión borrosa. Se te recetarán gotas oculares (antibióticos para prevenir infecciones y corticosteroides para reducir la inflamación y el riesgo de rechazo) y analgésicos.

El ojo humano es una maravilla, una ventana al mundo.
El ojo humano es, sin duda, una ventana al mundo, una maravilla de la evolución que nos conecta con nuestro entorno de una manera profunda y significativa. (Foto: Gemini AU/Glaucoma Lima Center)

En las primeras semanas y meses la visión mejorará gradualmente, aunque la recuperación completa puede llevar varios meses, e incluso hasta un año o más. Las visitas de seguimiento con tu oftalmólogo serán frecuentes para monitorear la cicatrización, ajustar la medicación y, si es necesario, retirar las suturas.

Es importante tomar en cuenta de evitar actividades extenuantes, levantar objetos pesados y cualquier acción que pueda ejercer presión sobre el ojo. Ahora, como cualquier cirugía, el trasplante de córnea tiene riesgos, aunque son relativamente bajos: el más importante es el rechazo de la córnea de donante, y los síntomas pueden incluir enrojecimiento, dolor, sensibilidad a la luz y disminución de la visión.

Es vital que informes a tu médico de inmediato si experimentas alguno de estos síntomas. Otros riesgos incluyen infección, glaucoma y cataratas. Sin embargo, con el seguimiento adecuado y la medicación, muchos de estos riesgos pueden ser manejados.

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