El invierno en distintas partes del Perú es diferente, especialmente en ciudades como Lima con su humedad y garúa persistente, trae consigo no solo temperaturas más bajas, sino también desafíos específicos para la salud de nuestros ojos. ¿Alguna vez has sentido tus ojos más secos, irritados o con picazón durante estos meses? No eres el único. Sabemos lo crucial que es adaptar nuestras rutinas de cuidado ocular a las condiciones climáticas. En este artículo, te brindaré información de alto valor y consejos prácticos para que tus ojos se mantengan sanos y confortables durante el invierno peruano.
¿Cómo afecta el invierno a tus ojos?
Aunque no lo creas, el frío, el viento y la menor exposición solar directa (que puede engañarnos y hacernos bajar la guardia) tienen un impacto significativo en nuestra salud ocular.
Uno de los impactos más comunes es la sequedad ocular. El aire frío y seco del invierno, sumado al uso de calefactores en interiores (que resecan aún más el ambiente), acelera la evaporación de la lágrima. Esto puede causar síntomas molestos como ardor, picazón, sensación de arena en los ojos e incluso visión borrosa temporal.

Además, en esta temporada existe un mayor riesgo de infecciones. El contacto frecuente con narices que moquean, estornudos y superficies contaminadas puede facilitar la propagación de virus y bacterias a tus ojos, causando conjuntivitis u otras infecciones.
Otro factor es la sensibilidad a la luz o la fotofobia. Aunque haya menos sol, la luz reflejada en superficies húmedas o el resplandor de las luces artificiales en ambientes oscuros pueden resultar más molestos para algunos ojos sensibles, especialmente si ya presentan algún grado de irritación.
Ahora, si pasamos más tiempo en interiores, a menudo frente a pantallas de computadores, tabletas y celulares, combinando la poca luz natural y el esfuerzo constante de nuestros ojos, podrían generar una fatiga visual digital, que viene con dolores de cabeza y visión borrosa.
Consejos prácticos para proteger tus ojos en el invierno
Para cuidar tus ojos durante el invierno, no necesitas hacer grandes cambios, sino adaptar algunos hábitos clave. Por ejemplo, la hidratación es clave: beber suficiente agua es fundamental para la producción de lágrimas y la salud general de tu cuerpo. Además, aunque el sol no brille con la misma intensidad, los rayos ultravioleta (UV) siguen presentes. A esto, muchos oftalmólogos recomiendan el uso de lentes de sol con protección UV del 99-100% o UV400, incluso en días nublados.
Otro punto clave es controlar el ambiente interior. En caso uses calefacción en casa u oficina, intenta contrarrestar la sequedad ambiental. Un humidificador puede ayudar a mantener niveles adecuados de humedad en el aire. Si no tienes uno, colocar un recipiente con agua cerca de la fuente de calor puede ser una alternativa simple. Recuerda evitar dirigir directamente los ventiladores o aires acondicionados hacia tus ojos.

Algo sumamente importante es la higiene ocular impecable. Siempre es recomendable lavarse las manos, con agua y jabón. Si usas lentes de contacto, sigue estrictamente las recomendaciones de limpieza y desinfección de tu especialista y nunca duermas con ellos puestos.
Finalmente, si eres de los que trabaja frente a una pantalla digital, el descanso visual activo es la clave. Mucho hemos hablado sobre la regla 20-20-20. Esto permitirá que tus músculos oculares se relajen y ayuda a prevenir la fatiga visual.
Aunque estos consejos te ayudarán enormemente a mantener tus ojos sanos en invierno, no reemplazan la necesidad de un chequeo oftalmológico regular. Recuerda que muchas condiciones oculares, incluyendo el glaucoma y las cataratas en sus etapas iniciales, no presentan síntomas evidentes. Una revisión completa puede detectar estos problemas a tiempo y prevenir complicaciones futuras.