¿Alguna vez has sentido que solo puedes ver lo que tienes directamente en frente, como si estuvieras mirando a través de un túnel? Si es así, es posible que estés experimentando una pérdida de visión periférica, una condición que afecta tu capacidad para ver objetos a los lados, arriba o abajo, sin mover la cabeza o los ojos. En este artículo te comparto una guía completa para que entiendas mejor qué es, por qué ocurre y, lo más importante, qué podemos hacer para ayudarte a preservar tu vista.
Imagina que estás caminando por la calle. Si tu visión periférica está intacta, puedes percibir un auto que se acerca por tu lado o a una persona que camina a tu lado sin necesidad de girar la cabeza. Pero si tu visión periférica se está deteriorando, estas tareas cotidianas pueden volverse un desafío significativo, impactando tu calidad de vida y tu seguridad. Es una señal clara de que necesitas la atención de un especialista.

Causas comunes de la pérdida de visión periférica: ¿Qué está sucediendo en tus ojos?
La pérdida de visión periférica no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de una condición subyacente. Entender la causa es el primer paso crucial para un tratamiento efectivo. Aquí te detallamos algunas de las razones más comunes:
El glaucoma es, sin duda, la causa más frecuente y peligrosa de pérdida de visión periférica. A menudo se le llama el «ladrón silencioso de la vista» porque progresa sin síntomas perceptibles en sus etapas iniciales. ¿Por qué es tan peligroso? Porque daña el nervio óptico, el cable que transmite las imágenes desde tu ojo hasta tu cerebro. Este daño suele ser el resultado de una presión intraocular elevada.
Como ya hemos compartido en algunos artículos, existen varios tipos de glaucoma, pero los más comunes son: glaucoma de ángulo abierto y glaucoma de ángulo cerrado.
Luego está la retinopatía diabética. Es fundamental que prestes atención a tu salud ocular, porque se trata de una complicación de la diabetes que daña los vasos sanguíneos de la retina. Estos vasos pueden hincharse y perder líquido, o incluso cerrarse, impidiendo el flujo sanguíneo. En algunos casos, pueden crecer vasos sanguíneos anormales en la superficie de la retina. Todo esto puede llevar a una visión borrosa, puntos ciegos y, sí, pérdida de visión periférica.
Otra causa es el desprendimiento de retina. Esto ocurre cuando la retina, la capa de tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo, se separa de los vasos sanguíneos que le suministran oxígeno y nutrientes. Los síntomas pueden incluir destellos de luz, un aumento repentino de «moscas volantes» y una sombra o «telón» que parece moverse a través de tu campo de visión, a menudo comenzando en la periferia.
Finalmente, otro motivo puede ser un accidente cerebrovascular (ictus) que afecte las áreas del cerebro responsables de procesar la visión también puede causar pérdida de visión periférica o, en casos más severos, ceguera parcial o total en un ojo.

¿Cuáles son los tratamientos y manejos para recuperar tu visión?
La buena noticia es que, en muchos casos, la pérdida de visión periférica se puede manejar o estabilizar, especialmente si se detecta a tiempo. El enfoque del tratamiento dependerá de la causa subyacente:
Por ejemplo, para el glaucoma, el tratamiento se centra en reducir la presión intraocular. Esto puede lograrse con gotas oculares recetadas, terapia láser (como la iridotomía o la trabeculoplastia) o cirugía (como la trabeculectomía o la colocación de un tubo de drenaje).
Para la retinopatía diabética, el control estricto de los niveles de azúcar en sangre es fundamental. Los tratamientos oculares pueden incluir inyecciones intravítreas de medicamentos anti-VEGF o esteroides, fotocoagulación con láser para sellar los vasos sanguíneos con fugas, o vitrectomía en casos avanzados.
Para el desprendimiento de retina, la cirugía es casi siempre necesaria y debe realizarse rápidamente. Las opciones incluyen la retinopexia neumática, la indentación escleral o la vitrectomía.
Además de los tratamientos médicos, las ayudas para baja visión pueden ser de gran utilidad. Estas incluyen lentes especiales, lupas y dispositivos electrónicos que pueden ayudarte a maximizar la visión restante y mejorar tu independencia en las actividades diarias. Nuestro equipo te asesorará sobre las mejores opciones para tu caso particular.
Si has notado algún cambio en tu visión, especialmente una disminución de tu campo visual periférico, no lo pospongas. La detección temprana es crucial para prevenir daños irreversibles y mantener la mejor calidad de vida posible.