Si estás leyendo esto, es probable que ya hayas pasado por la cirugía de glaucoma o que te estés preparando para ello. Sé que puede ser un momento de nerviosismo y muchas preguntas. «Ahora, ¿qué sigue?» «Qué debo hacer para que todo salga bien?» Quiero que sepas que has dado un paso crucial para proteger tu visión. El éxito de tu cirugía no termina en el quirófano; una gran parte de él depende de los cuidados que tengas en casa.
Aquí te guiaré a través del proceso de recuperación, respondiendo a las preguntas más importantes y dándote la información que necesitas para sentirte seguro y en control de tu proceso. El objetivo de este contenido es que tu recuperación sea tan exitosa como lo fue la cirugía.

Primeros días después de la cirugía de glaucoma: ¿Qué debes esperar y cómo sentirte?
Justo después de la cirugía, es normal que experimentes una serie de sensaciones en el ojo. No te alarmes, son parte del proceso de curación y la mayoría de ellas desaparecen en poco tiempo.
- Visión Borrosa
- Malestar y Sensibilidad
- Enrojecimiento
Recuerda, cada persona es única. Los síntomas pueden variar en intensidad y duración. Lo más importante es que sigas al pie de la letra las indicaciones de tu cirujano y no dudes en contactarlo si algo te preocupa.
El pilar de tu recuperación: medicamentos y cuidados oculares
La fase postoperatoria es crítica, y el uso correcto de tus medicamentos es la diferencia entre una recuperación rápida y una con complicaciones. El pilar de tus cuidados serán los colirios (gotas oftálmicas). Estos tienen dos funciones principales: prevenir infecciones y controlar la inflamación. Para aplicarlos correctamente, puedes seguir estos pasos:
- Lávate bien las manos con agua y jabón.
- Agita el frasco si lo indica la etiqueta.
- Inclina la cabeza hacia atrás y mira hacia arriba.
- Tira suavemente del párpado inferior para formar una pequeña bolsa.
- Aplica la gota sin que la punta del frasco toque el ojo ni las pestañas.
- Cierra suavemente el ojo (sin apretar) durante unos 30 segundos.
Es vital que respetes el horario de las gotas y la duración del tratamiento. No los suspendas por tu cuenta, incluso si sientes que el ojo está perfecto. Además de las gotas, usa siempre el protector ocular (parche o escudo) que te proporcionó tu médico, especialmente al dormir y al bañarte, para evitar cualquier contacto accidental o frotamiento.

Actividades y restricciones a corto y largo plazo
Tu recuperación es un maratón, no un sprint. Es fundamental que permitas que tu ojo sane sin interferencias. Durante las primeras semanas, hay algunas actividades que debes evitar:
- Evita el ejercicio intenso, levantar objetos pesados y agacharte bruscamente
- No te maquilles los ojos
- Evita nadar en piscinas, jacuzzis o el mar
La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, podrás volver a trabajar, conducir y realizar actividades normales en poco tiempo, siempre y cuando tu médico lo apruebe.
¿Cuáles son las señales de alamar? Cuándo contactar con un especialista en glaucoma
Aunque las complicaciones son raras, es vital que sepas identificar las señales que requieren atención médica urgente. No esperes si experimentas alguno de estos síntomas:
- Dolor severo e incesante que no mejora con la medicación.
- Pérdida súbita y significativa de la visión.
- Visión con destellos de luz o «telarañas».
- Fiebre o náuseas.
- Incremento repentino del enrojecimiento o la hinchazón.
- Secreción (pus) en el ojo.
Estos pueden ser indicadores de una complicación como una infección o un pico de presión. En esos casos, tu cirujano es la única persona que puede ayudarte.
El camino a la recuperación después de la cirugía de glaucoma es un compromiso contigo mismo y tu visión. Al seguir estas pautas y mantenerte en contacto con tu equipo médico, estarás asegurando el mejor resultado posible.