La decisión entre someterse a una cirugía refractiva o seguir usando lentes de contacto no es solo estética, sino de salud visual. Ambas opciones buscan lo mismo —mejorar la visión—, pero el camino para lograrlo es distinto. Mientras la cirugía promete independencia de gafas o lentes, los contactos ofrecen flexibilidad sin pasar por el quirófano. ¿Cuál es la mejor opción para ti? La respuesta depende de tu estilo de vida, tus expectativas y, sobre todo, la salud de tus ojos.
Según la American Academy of Ophthalmology (AAO), millones de personas en el mundo usan lentes de contacto como alternativa segura y eficaz para corregir miopía, hipermetropía o astigmatismo. Sin embargo, también advierte que su uso inadecuado o la falta de higiene pueden generar infecciones oculares graves. En tanto, los procedimientos refractivos como LASIK, PRK o SMILE ofrecen resultados duraderos, pero requieren una evaluación exhaustiva antes de decidir.
Cirugía refractiva: libertad visual con compromiso
La cirugía refractiva utiliza tecnología láser para modificar la curvatura de la córnea y mejorar la manera en que el ojo enfoca la luz. Es una opción ideal para quienes buscan independencia total de los anteojos o lentes de contacto. Entre sus ventajas destacan la recuperación visual rápida —en algunos casos, al día siguiente— y resultados estables a largo plazo. De acuerdo con la AAO, más del 90 % de los pacientes que se someten a procedimientos como LASIK alcanzan una visión de 20/25 o mejor sin corrección adicional.
Sin embargo, como todo procedimiento quirúrgico, existen riesgos. Los más comunes son la sequedad ocular temporal, sensibilidad a la luz o la aparición de halos nocturnos. Además, no todas las personas son candidatas: quienes tienen córneas delgadas, enfermedades autoinmunes o miopías muy altas deben considerar alternativas seguras. Por eso, antes de decidir, es fundamental una evaluación oftalmológica completa con estudios como la paquimetría, la topografía corneal y la biometría ocular.
Lentes de contacto: comodidad con cuidados diarios
Los lentes de contacto siguen siendo una opción accesible y adaptable. Permiten una visión nítida sin alterar la estructura del ojo y son ideales para quienes prefieren evitar una cirugía. Además, las nuevas generaciones de lentes blandos, de hidrogel de silicona o diseñados para control de miopía, ofrecen una oxigenación ocular mucho mayor que en el pasado.
No obstante, su mantenimiento es clave. La AAO advierte que dormir con los lentes puestos o no desinfectarlos correctamente puede multiplicar el riesgo de infecciones como queratitis o úlceras corneales. Otro punto a considerar es el costo a largo plazo: el uso constante de lentes, soluciones y controles periódicos puede igualar o incluso superar el valor de una cirugía refractiva en pocos años.
Entonces, ¿qué elegir?
Si buscas una solución permanente y tu salud ocular lo permite, la cirugía refractiva puede ofrecerte libertad y comodidad. Si prefieres algo reversible y sin intervención quirúrgica, los lentes de contacto siguen siendo una alternativa excelente. En ambos casos, la clave está en la orientación médica. Solo un oftalmólogo, tras una evaluación personalizada, puede indicar cuál opción es la más segura y efectiva para ti.
En Glaucoma Lima Center, nuestros especialistas en cirugía refractiva y salud visual te acompañan en todo el proceso de diagnóstico y tratamiento, priorizando siempre tu seguridad y bienestar. Agenda tu evaluación oftalmológica y descubre la mejor forma de ver el mundo con claridad.
