Cirugía cataratas pacientes mayores 85 qué tan segura es

Cuando una persona supera los 85 años, cualquier procedimiento médico suele generar preocupación, tanto en el propio paciente como en su familia. La cirugía de cataratas no es la excepción. Es común preguntarse si vale la pena operar a una persona tan anciana, si los riesgos son demasiado altos o si los beneficios realmente compensan. Sin embargo, la realidad médica actual ofrece un panorama mucho más alentador de lo que muchos imaginan.

Hoy en día, la cirugía de cataratas es uno de los procedimientos más seguros y realizados en todo el mundo, incluso en pacientes muy ancianos. Gracias a los avances en técnicas quirúrgicas, anestesia y control postoperatorio, la edad por sí sola ya no es una contraindicación absoluta. La clave está en una evaluación médica integral y en una decisión personalizada.

¿La edad avanzada es una contraindicación para operar cataratas?

Según la American Academy of Ophthalmology (AAO), la edad, por sí sola, no impide que un paciente sea candidato a cirugía de catarata. Lo más importante no es la cantidad de años, sino el estado general de salud, las enfermedades asociadas y las condiciones del ojo.

De hecho, muchos pacientes mayores de 85 años experimentan una clara mejoría en su calidad de vida tras la cirugía: recuperan independencia, reducen el riesgo de caídas, mejoran su movilidad y vuelven a realizar actividades cotidianas como leer, ver televisión o reconocer rostros con mayor facilidad.

Diversos estudios han demostrado que, incluso en el grupo de los llamados “very elderly” (mayores de 85 años), los resultados visuales suelen ser favorables cuando la cirugía se realiza con una adecuada selección de pacientes y en centros especializados.

Qué factores aumentan el riesgo en pacientes muy ancianos

Si bien la cirugía de catarata es segura, en pacientes de edad muy avanzada existen factores que pueden incrementar el riesgo de complicaciones, por lo que deben evaluarse cuidadosamente antes de decidir la intervención. Entre ellos destacan:

  • Enfermedades cardiovasculares no controladas
  • Diabetes avanzada
  • Hipertensión arterial severa
  • Deterioro cognitivo importante
  • Otras enfermedades oculares asociadas (glaucoma avanzado, retinopatía diabética, degeneración macular)

La Mayo Clinic indica que, aunque las complicaciones graves son poco frecuentes, pueden incluir infecciones, inflamación, aumento de la presión ocular, sangrado o problemas en la retina. Por este motivo, la experiencia del cirujano y la tecnología del centro donde se realiza el procedimiento son factores determinantes en la seguridad del paciente.

También es importante considerar el tipo de anestesia. En la mayoría de los casos, la cirugía de catarata se realiza con anestesia tópica y sedación ligera, evitando la anestesia general, lo que disminuye significativamente los riesgos en pacientes muy ancianos

Beneficios reales: visión, funcionalidad y calidad de vida

Uno de los principales motivos para recomendar la cirugía de catarata, incluso después de los 85 años, es el impacto positivo que tiene en la calidad de vida. La pérdida de visión en esta etapa de la vida no solo limita la autonomía, sino que aumenta el riesgo de caídas, fracturas, aislamiento social y deterioro cognitivo.

Al recuperar la visión:

  • Se mejora la orientación espacial.
  • Disminuyen las caídas.
  • Aumenta la independencia para actividades básicas.
  • Mejora el estado emocional del paciente.

Algunos estudios poblacionales incluso han mostrado que los adultos muy ancianos operados de catarata presentan una mayor sobrevida en comparación con quienes no acceden al tratamiento, posiblemente por la mejora funcional y la reducción de accidentes.

Cómo se toma la decisión quirúrgica en mayores de 85 años

La indicación de cirugía de catarata en pacientes muy ancianos debe ser siempre una decisión médica individualizada y consensuada con el paciente y su familia. Para ello, se consideran:

  • Grado de afectación visual en la vida diaria.
  • Estado general de salud.
  • Riesgo anestésico.
  • Presencia de otras enfermedades oculares.
  • Capacidad del paciente para cumplir los cuidados postoperatorios.
  • Apoyo familiar o de cuidadores.

No se trata solo de “ver mejor”, sino de mejorar la calidad de vida con seguridad. En muchos casos, cuando la catarata limita de forma importante la funcionalidad y el riesgo sistémico es aceptable, la cirugía se convierte en una opción altamente beneficiosa.

La importancia del control especializado en pacientes ancianos

En pacientes mayores de 85 años, la cirugía de catarata debe ir acompañada de un seguimiento oftalmológico estricto, especialmente en quienes presentan glaucoma o riesgo de desarrollarlo. El control de la presión ocular, el estado del nervio óptico y la retina es fundamental para proteger la visión a largo plazo.

En Glaucoma Lima Center, realizamos una evaluación integral preoperatoria y un seguimiento personalizado en pacientes de edad avanzada, priorizando siempre la seguridad, la estabilidad visual y la mejor toma de decisiones junto a la familia. Nuestro objetivo no es solo operar, sino cuidar la visión con un enfoque médico completo y humano.

Si un familiar mayor de 85 años presenta cataratas y dudas sobre la cirugía, agenda una evaluación especializada con nosotros. Una valoración completa puede marcar la diferencia en su calidad de vida.

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