como mide presión ocular tonometría aire aplanacion

La tonometría es una de las pruebas más comunes en el control de la salud ocular, especialmente en pacientes con glaucoma o riesgo de desarrollarlo. A través de esta medición se determina la presión intraocular (PIO), un valor clave para detectar alteraciones tempranas en el ojo. Sin embargo, no todos los métodos son iguales: mientras que la tonometría de aire es rápida y no requiere contacto, la tonometría de aplanación ofrece mayor precisión en manos de un especialista.

Comprender las diferencias entre ambas técnicas no solo ayuda a interpretar mejor los resultados, sino también a elegir el examen más adecuado según las características del paciente. En especial, en casos de glaucoma, hipertensión ocular o variaciones en el grosor corneal, la elección del tipo de tonometría puede marcar una gran diferencia en el diagnóstico y seguimiento.

Tonometría de aire: práctica, indolora y sin contacto

La tonometría de aire, también conocida como “non-contact”, utiliza un pequeño soplo de aire para aplanar la córnea y calcular la presión ocular. Es una técnica rápida, indolora y segura, ideal para evaluaciones rutinarias o tamizajes masivos. Su gran ventaja es que no requiere anestesia ni contacto directo, por lo que minimiza el riesgo de infecciones o molestias.

Sin embargo, su precisión puede verse afectada por el grosor corneal o por pequeños movimientos del paciente durante la prueba. Según la American Academy of Ophthalmology (AAO), este tipo de tonometría es útil como primer filtro, pero no reemplaza los métodos de contacto en evaluaciones diagnósticas. En pacientes con glaucoma o presión ocular elevada, se recomienda confirmar los valores con una tonometría más exacta.

Tonometría de aplanación: estándar de oro en precisión

Por otro lado, la tonometría de aplanación —particularmente la de Goldmann— sigue siendo considerada el “estándar de oro” para medir la presión intraocular. En este examen, el oftalmólogo aplica un colirio anestésico y una gota de fluoresceína en la córnea, para luego ejercer una presión controlada con un tonómetro. Esta técnica permite obtener una medición más exacta y reproducible.

La AAO destaca que este método es especialmente recomendado en pacientes con glaucoma diagnosticado, córneas delgadas o cirugía ocular previa, ya que permite detectar variaciones mínimas en la PIO que podrían pasar desapercibidas con otros dispositivos. Su desventaja es que requiere contacto, lo que implica mayor tiempo y una desinfección rigurosa del instrumento, pero el nivel de confiabilidad es superior.

¿Cuál elegir y por qué es importante?

Ambos métodos son válidos y complementarios. En la práctica clínica, la tonometría de aire suele usarse como examen de tamizaje, mientras que la de aplanación se reserva para confirmar resultados o realizar seguimientos precisos. En cualquier caso, la interpretación de la presión ocular debe considerar otros factores como el grosor corneal, la edad y los antecedentes familiares de glaucoma.

En Glaucoma Lima Center, los especialistas utilizan ambos métodos según el perfil del paciente, priorizando la precisión diagnóstica y la comodidad del examen. Detectar a tiempo una variación en la presión ocular puede marcar la diferencia entre conservar la visión o sufrir daños irreversibles en el nervio óptico.

Call Now Button