Imagínate despertar cada mañana con una visión nítida, sin la necesidad de buscar tus gafas o colocar tus lentes de contacto. Para muchos, esta es una fantasía, pero para ti, puede convertirse en una realidad gracias a las cirugías refractivas como LASIK y PRK. En el Perú, y en muchas partes del mundo, estos procedimientos han transformado la vida de millones, ofreciendo una independencia visual que antes parecía inalcanzable. Pero, ¿cuál es la mejor opción para ti?
Entendiendo la diferencia entre LASIK y PRK: ¿Qué las hace únicas?
Es natural que al considerar una cirugía ocular, te surjan preguntas y, quizás, algo de nerviosismo. Pero te aseguro que comprender las bases de LASIK y PRK disipará muchas dudas. Ambos procedimientos utilizan un láser excímer para remodelar la córnea y corregir errores refractivos como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. La diferencia clave radica en cómo se accede a la córnea.
Con el LASIK (Laser-Assisted In Situ Keratomileusis), se crea un delgado colgajo corneal. Piensa en ello como una “tapa” muy fina en la superficie del ojo. Una vez que se levanta este colgajo, el láser remoldea el tejido subyacente. Luego, el colgajo se reposiciona, actuando como un vendaje natural y permitiendo una recuperación visual bastante rápida. Esta es la razón por la que muchos pacientes de LASIK experimentan una mejora significativa de la visión en cuestión de horas o días.

Por otro lado, la PRK (Queratectomía Fotorrefractiva) no implica la creación de un colgajo. En su lugar, se retira la capa más externa de la córnea, llamada epitelio, que se regenerará naturalmente en unos pocos días. Una vez expuesto el tejido corneal, el láser excímer realiza la corrección. La recuperación visual es un poco más lenta y puede implicar mayor incomodidad en los primeros días, aunque los resultados finales a largo plazo son comparables al otro tipo de cirugía refractiva.
¿Cómo saber si soy candidato a LASIK o PRK? Factores clave a considerar
No todas las personas son candidatas para ambos procedimientos, y aquí es donde tu oftalmólogo juega un papel crucial. Durante tu consulta preoperatoria, se evaluarán diversos factores para determinar qué cirugía refractiva es la más adecuada para ti. Estos son algunos aspectos que deben importarte.
- Primero, el espesor corneal. Se trata de un factor crítico, ya que si tu córnea es demasiado delgada, es posible que no seas un candidato para LASIK, ya que requiere un cierto grosor para crear el colgajo de manera segura.
- Luego, si tienes condiciones como ojo seco severo, glaucoma, cataratas o ciertas enfermedades autoinmunes, tu médico evaluará cómo estas podrían afectar el resultado de la cirugía. Es fundamental ser completamente honesto sobre tu historial médico.
- Aunque ambos procedimientos pueden corregir una amplia gama de errores, la magnitud de tu miopía, hipermetropía o astigmatismo puede influir en la recomendación.
- Finalmente, si tu profesión o tus aficiones implican un alto riesgo de impacto en los ojos (deportes de contacto, ciertos trabajos), PRK podría ser preferible debido a la ausencia de un colgajo corneal que, aunque rara, podría desplazarse con un traumatismo severo.

¿Cómo es la recuperación en ambas cirugías refractivas?
Con LASIK, la recuperación visual suele ser notablemente rápida. Muchos pacientes experimentan una mejora significativa de la visión en las primeras 24 horas y pueden reanudar sus actividades normales, incluyendo el trabajo, en uno o dos días. La incomodidad postoperatoria es mínima, a menudo descrita como una sensación de arena en los ojos, que desaparece rápidamente. Los resultados finales se estabilizan en unas pocas semanas.
Para la PRK, el proceso de recuperación es más gradual. La visión puede ser borrosa y la incomodidad, que puede incluir dolor, sensibilidad a la luz y lagrimeo, es más pronunciada durante los primeros 3 a 5 días, mientras el epitelio se regenera. Se te recetarán analgésicos y gotas oftálmicas para manejar estas molestias. La visión comenzará a mejorar después de la primera semana, pero la estabilidad completa de los resultados puede tardar varias semanas o incluso unos meses.
Nuestro consejo es que te tomes el tiempo para investigar, pero sobre todo, que consultes con un oftalmólogo experimentado en cirugía refractiva como en Glaucoma Lima Center. Un buen especialista no solo evaluará la salud de tus ojos, sino que también escuchará tus inquietudes, responderá a todas tus preguntas y te guiará hacia el procedimiento que te ofrezca los resultados más seguros y óptimos para tu visión.