Si llegas hasta aquí, es muy posible que uses lentes de contacto o piensas usarlos. Y, aunque son una maravilla para la visión y la comodidad, admitámoslo: a veces podemos ser un poco descuidados con ellos. Ahora, muchos problemas podrían haberse evitado con un cuidado adecuado de los lentes de contacto. El objetivo es darte información valiosa para que evites esos errores que, aunque parecen pequeños, pueden tener consecuencias importantes para la salud de tus ojos. Quiero que entiendas la importancia de cada paso en el cuidado de tus lentes, no solo para mantener una visión nítida, sino para proteger ese órgano tan preciado que es tu vista.
¿Cuáles son los peligros más frecuentes de utilizar lentes de contacto?
Uno de los errores más frecuentes, y que es de gran preocupación, es la reutilización de la solución para lentes de contacto. Sé que puede parecer inofensivo, incluso un ahorro, pero créeme, no lo es. La solución está diseñada para desinfectar y limpiar tus lentes de forma efectiva por un solo uso. Una vez que has guardado tus lentes en ella, ya ha cumplido su función y está llena de microorganismos que ha retirado de tus lentes. Si la reutilizas, es como lavar la ropa en agua sucia.
Otro hábito que sucede con frecuencia es dormir con los lentes puestos. Aunque existen lentes de contacto diseñados para uso prolongado, la mayoría no lo son. Dormir con ellos aumenta drásticamente el riesgo de infecciones corneales, hipoxia (falta de oxígeno en la córnea) e incluso úlceras. La córnea necesita «respirar», y los lentes actúan como una barrera que puede impedir este proceso natural, especialmente durante el sueño.
Errores comunes al limpiar tus lentes de contacto
Esto es crucial y es un error que, desafortunadamente, algunos cometen sin saber el riesgo. Nunca, bajo ninguna circunstancia, limpies o enjuagues tus lentes de contacto con agua que sale del caño o de un grifo, ni para guardar el estuche. Esta agua, aunque puede ser potable para beber, no es estéril. Contiene microorganismos como la Acanthamoeba, una ameba que puede causar una infección ocular extremadamente dolorosa y difícil de tratar.
De igual manera, no uses saliva para humedecer tus lentes. Tu boca está llena de bacterias que, aunque inofensivas en tu boca, pueden ser devastadoras para tus ojos. La saliva no tiene propiedades desinfectantes y, al contrario, introduce una gran cantidad de microorganismos directamente en tu ojo. Parece algo obvio, pero en un apuro o por desconocimiento, he visto casos de personas intentando esta práctica.
Otro enemigo silencioso es el estuche de tus lentes de contacto. Si no lo limpias y reemplazas regularmente, se convierte en un caldo de cultivo para bacterias. Debes enjuagarlo con solución nueva y dejarlo secar al aire boca abajo después de cada uso.
Consejos prácticos para un cuidado óptimo de tus lentes de contacto
Ya que hemos revisado los errores más comunes, ahora te doy algunos consejos prácticos para que el cuidado de tus lentes sea impecable y seguro.
1. Lávate las manos SIEMPRE: Antes de tocar tus lentes, asegúrate de que tus manos estén impecablemente limpias con agua y jabón, y sécalas con una toalla que no suelte pelusa.
2. Usa SIEMPRE solución fresca: Cada vez que guardes tus lentes, utiliza solución nueva. Desecha la solución antigua de tu estuche. Esto no es negociable.
3. Sigue las indicaciones de tu especialista: Tu oftalmólogo te dará instrucciones específicas sobre el tipo de lentes que usas y la solución adecuada. No cambies de marca de solución sin consultarle y respeta los tiempos de uso de tus lentes.
4. Reemplaza tus lentes y estuche a tiempo: No intentes estirar la vida útil de tus lentes más allá de lo recomendado. Lo mismo aplica para el estuche: cámbialo cada tres meses.
5. Visitas regulares al oftalmólogo: incluso si sientes que tus ojos están perfectos, las revisiones periódicas son esenciales. Tu oftalmólogo puede detectar problemas antes de que se conviertan en algo grave y te dará las recomendaciones más actualizadas para el cuidado de tus lentes.
Cuidar tus lentes de contacto no es solo una cuestión de limpieza; es una cuestión de salud ocular y prevención. Pequeños hábitos pueden marcar una gran diferencia. Si tienes dudas, no dudes en consultar a Glaucoma Lima Center, el mejor aliado para mantener tus ojos sanos y tu visión perfecta.
