Sabemos lo valioso que es tu vista. La idea de perder nitidez, de ver el mundo a través de un velo empañado, es una preocupación real para muchos. Las cataratas, esa condición que transforma el cristalino de nuestro ojo en una lente opaca, son una de las principales causas de pérdida de visión en el mundo, especialmente a medida que envejecemos. Pero, ¿qué pasa si te digo que hay mucho que podemos hacer para proteger nuestros ojos y, quizás, retrasar o incluso prevenir su aparición?
Cuando hablamos de cataratas, lo primero que suele venir a la mente es la edad. Y sí, el envejecimiento es el factor de riesgo más significativo. A medida que pasan los años, las proteínas dentro del cristalino de nuestro ojo pueden agruparse, volviéndolo nublado. Sin embargo, no son exclusivas de la tercera edad.
Factores como la exposición prolongada a la radiación ultravioleta (UV), el tabaquismo, la diabetes, ciertos medicamentos (como los corticosteroides) e incluso traumatismos oculares pueden acelerar su desarrollo. Es crucial entender que no todas las cataratas son iguales. Existen diferentes tipos:
- Cataratas subcapsulares
- Cataratas nucleares
- Cataratas corticales
La buena noticia es que, aunque el envejecimiento es ineludible, muchos de los otros factores de riesgo sí están en nuestras manos. Aquí es donde comienza nuestra capacidad de prevención.

Estrategias de prevención: cómo proteger tus ojos
Si bien una prevención del 100% puede ser un ideal difícil de alcanzar, existen estrategias sólidas respaldadas por la ciencia que pueden reducir significativamente el riesgo de desarrollar cataratas o, al menos, retrasar su progresión. No se trata de magia, sino de hábitos conscientes y decisiones informadas.
¿Sabías que la exposición excesiva a la radiación UV es un factor de riesgo importante? Los rayos UV pueden dañar las proteínas del cristalino. Usar gafas de sol que bloqueen el 99-100% de los rayos UVA y UVB siempre que estés al aire libre es una de las medidas preventivas más sencillas y efectivas. No es solo un accesorio de moda; es una barrera protectora esencial.
Además, debes saber que lo que comes impacta directamente en tu salud ocular. Una dieta rica en antioxidantes puede combatir el estrés oxidativo que contribuye a la formación de cataratas. Enfócate en la vitamina C, E, Luteína y Zeaxantina.
Otro factor clave es evitar fumar. No solo daña tus pulmones y tu corazón, sino también tus ojos. Los fumadores tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar cataratas, así como degeneración macular. Dejar de fumar es una de las mejores decisiones que puedes tomar para tu salud general y ocular.
También es importante controlar enfermedades crónicas, como la diabetes y la glucosa alta. Esto puede causar cambios en el cristalino, aumentando el riesgo de cataratas diabéticas.

No descuides los controles regulares con tu oftalmólogo
A pesar de todas estas medidas preventivas, las cataratas pueden desarrollarse. Aquí es donde entra en juego la importancia de los exámenes oculares completos y regulares. Como tu especialista de la visión, mi objetivo no es solo tratar enfermedades, sino detectarlas temprano y, si es posible, prevenirlas.
Durante un examen ocular, se identificarán los signos más tempranos de cataratas, incluso antes de que notes cambios significativos en tu visión. Esto nos permite monitorear su progresión y discutir las opciones de manejo o tratamiento en el momento adecuado. Para la mayoría de los adultos, se recomienda un examen ocular completo cada uno o dos años, especialmente después de los 40 años. Si tienes factores de riesgo adicionales o antecedentes familiares, la frecuencia podría ser mayor.
Espero que esta información te haya empoderado para tomar un papel activo en la protección de tu visión. Prevenir las cataratas no es una garantía absoluta, pero adoptar estos hábitos saludables puede marcar una diferencia enorme en la calidad de tu visión a lo largo de los años. No subestimes el poder de las pequeñas decisiones diarias: elegir alimentos nutritivos, usar tus gafas de sol y, lo más importante, programar esas citas regulares con tu oftalmólogo, o sacar una consulta con Glaucoma Lima Center.