¿Alguna vez has notado que tu visión es un poco borrosa, o que las luces nocturnas tienen halos inusuales? Podría ser algo tan simple como un error refractivo común, pero si esos síntomas persisten y empeoran, es posible que estemos hablando de una condición ocular menos conocida pero significativa: el queratocono.
El queratocono es una enfermedad progresiva que afecta a la córnea. Normalmente, tu córnea tiene una forma esférica perfecta, lo que permite que la luz se enfoque correctamente en tu retina. Sin embargo, con este diagnóstico, la córnea se adelgaza gradualmente y comienza a abultarse hacia afuera, adoptando una forma cónica. Esta distorsión causa una visión borrosa, sensibilidad a la luz y, a menudo, la necesidad de cambios frecuentes en la prescripción de tus gafas o lentes de contacto.

¿Cómo se detecta el queratocono? El diagnóstico preciso es clave
Si sospechas que podrías tener queratocono, o si tu oftalmólogo lo ha mencionado, el proceso de diagnóstico es crucial. No se trata solo de un examen de vista estándar; se requieren pruebas especializadas para mapear y comprender la topografía de tu córnea.
Una de las herramientas más importantes en el diagnóstico es la topografía corneal. Piensa en ella como un mapa detallado de la superficie de tu córnea. Utiliza una luz proyectada sobre la córnea para crear un mapa de colores que muestra cualquier irregularidad o adelgazamiento. Este mapa nos permite identificar la forma cónica característica del queratocono y monitorear su progresión.
Otra prueba vital es la paquimetría corneal, que mide el grosor de tu córnea. Dado que el adelgazamiento corneal es un sello distintivo del queratocono, esta medición nos proporciona información valiosa sobre la gravedad y la progresión de la enfermedad.
Además de estas pruebas, tu oftalmólogo realizará un examen completo de la vista, incluyendo una revisión de tu agudeza visual y refracción. La combinación de estos hallazgos nos permite establecer un diagnóstico preciso y determinar el mejor curso de acción para ti.

Opciones de tratamiento: abordando el queratocono de manera efectiva
Una vez diagnosticado el queratocono, el objetivo principal del tratamiento es detener o ralentizar la progresión de la enfermedad y mejorar tu visión. Las opciones de tratamiento varían según la gravedad y la progresión de la condición.
En las etapas tempranas, cuando el queratocono es leve, las gafas o lentes de contacto blandas pueden ser suficientes para corregir la visión. Sin embargo, a medida que la córnea se vuelve más irregular, las lentes blandas pueden no proporcionar una agudeza visual adecuada. Es entonces cuando se consideran las lentes de contacto rígidas permeables al gas permeables (RGP).
Si el queratocono progresa, tu oftalmólogo podría recomendar un procedimiento llamado cross-linking corneal, conocido como CXL. Este proceso mínimamente invasivo fortalece la córnea al crear nuevos enlaces entre las fibras de colágeno, lo que ayuda a prevenir un mayor abultamiento y adelgazamiento.
En casos avanzados donde otras opciones no son suficientes, el trasplante de córnea puede ser necesario. Este procedimiento implica reemplazar la córnea dañada por una córnea sana de un donante. Aunque es una cirugía mayor, puede restaurar significativamente la visión en pacientes con queratocono severo.
Vivir con queratocono puede presentar desafíos, pero con el diagnóstico y tratamiento adecuados, la mayoría de las personas pueden mantener una buena calidad de vida y una visión funcional. Es crucial que sigas las recomendaciones de tu oftalmólogo y asistas a tus citas de seguimiento regulares para monitorear la progresión de la enfermedad y ajustar el tratamiento según sea necesario.