El glaucoma también puede dar a personas jóvenes.

¿Alguna vez has pensado que el glaucoma es una enfermedad exclusiva de las personas mayores? Si es así, déjame decirte que no estás solo. Es una creencia común, pero, lamentablemente, es una idea errónea que puede tener consecuencias graves. Esta condición silenciosa puede afectar a personas de todas las edades, incluso a jóvenes. Mi objetivo hoy es desmitificar esta idea y ofrecerte información de alto valor para que puedas proteger tu visión o la de tus seres queridos.

El glaucoma es una de las principales causas de ceguera irreversible a nivel mundial. Lo preocupante es que, en sus etapas iniciales, a menudo no presenta síntomas. Esto significa que cuando las personas notan cambios en su visión, el daño ya puede ser significativo. Tradicionalmente, se ha asociado con el envejecimiento debido a que la prevalencia aumenta con la edad, pero la realidad es que el glaucoma puede manifestarse en cualquier momento de la vida, desde el nacimiento hasta la vejez.

La detección de glaucoma infantil y juvenil es clave.
Conoce cuáles son las señales de alerta en niños y jóvenes con glaucoma, el papel de la herencia y la importancia del diagnóstico precoz. (Foto: AI / Glaucoma Lima Center)

¿Por qué el glaucoma puede afectar a los jóvenes?

Es natural preguntarse por qué una enfermedad que solemos relacionar con la edad puede aparecer en personas jóvenes. La respuesta radica en varios factores, algunos de los cuales son distintos a los que afectan a los adultos mayores.

Uno de los tipos más comunes en jóvenes es el glaucoma congénito, que se presenta al nacer o poco después. Este tipo se debe a un desarrollo anormal del sistema de drenaje del ojo, lo que impide que el líquido (humor acuoso) salga correctamente, aumentando la presión intraocular (PIO). Los padres pueden notar ojos inusualmente grandes, lagrimeo excesivo o sensibilidad a la luz en sus bebés.

Otro tipo que afecta a los jóvenes es el glaucoma juvenil de inicio primario (POAG juvenil). Este se desarrolla generalmente entre los 10 y los 35 años y, al igual que el glaucoma primario de ángulo abierto en adultos, no tiene una causa subyacente clara. Se cree que la genética juega un papel importante en su aparición. Si tienes antecedentes familiares de glaucoma, especialmente si algún pariente lo desarrolló a una edad temprana, tu riesgo puede ser mayor.

Además, existen los glaucomas secundarios que pueden afectar a cualquier edad, incluyendo a los jóvenes. Estos se desarrollan como resultado de otras condiciones médicas, lesiones oculares o el uso de ciertos medicamentos. Por ejemplo, un traumatismo ocular, una inflamación crónica (uveítis) o el uso prolongado de corticosteroides pueden desencadenar un aumento de la presión intraocular y, en consecuencia, glaucoma.

Examen de vista en niños es muy importante
El examen de vista en niños es crucial para su desarrollo y qué esperar de la consulta. (Foto: Gemini AI / Glaucoma Lima Center)

La importancia vital de la detección temprana

Cuando hablamos de glaucoma, la detección temprana es, sin exagerar, la clave para salvar la vista. Como te mencioné, el daño que causa el glaucoma es irreversible. Una vez que las fibras nerviosas del nervio óptico se dañan, no se pueden recuperar. Esto significa que cualquier pérdida de visión es permanente.

En jóvenes, la situación es aún más delicada. A menudo, los síntomas son tan sutiles que pueden pasarse por alto o atribuirse erróneamente a otras causas. Por ejemplo, dolores de cabeza o fatiga visual pueden no encender las alarmas de glaucoma. Por eso, las revisiones oftalmológicas regulares son fundamentales, especialmente si tienes factores de riesgo.

¿Qué implica una revisión completa? No es solo una simple prueba de agudeza visual. Un examen exhaustivo para detectar glaucoma incluye:

Recuerda que como paciente o familiar, tienes un papel activo en la prevención y manejo del glaucoma. Si eres joven, o tienes hijos, sobrinos, o amigos jóvenes, la conciencia sobre esta enfermedad es tu primera línea de defensa.

En primer lugar, debes conocer tus antecedentes familiares. Si el glaucoma es parte de tu historia familiar, comunícaselo a tu oftalmólogo. Este detalle puede ser un factor determinante para iniciar revisiones más frecuentes. Luego, no debes subestimar los síntomas sutiles. Si bien es conocido como “el ladrón silencioso”, en algunos casos pueden presentarse síntomas como visión borrosa ocasional, halos alrededor de las luces, o dolor ocular leve.

También debes mantener un estilo de vida saludable. Recuerda que aunque no previene el glaucoma, una buena salud general contribuye al bienestar ocular. Esto incluye una dieta equilibrada, ejercicio regular y evitar el tabaquismo. Finalmente, educa a tu entorno, compartiendo esta información. Cuanta más gente sepa que no solo se trata de una enfermedad de mayores, más vidas y visiones podremos proteger.

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