La longitud axial es la distancia desde la córnea (la capa transparente frontal de tu ojo) hasta la retina (la capa sensible a la luz en la parte posterior). Imagina tu ojo como una cámara fotográfica. La córnea y el cristalino son las lentes que enfocan la luz, y la retina es el sensor que captura la imagen. Para que la imagen sea nítida, la distancia entre la lente y el sensor debe ser perfecta.
Cuando la longitud de tu ojo es la ideal, la luz se enfoca directamente sobre la retina, y tú disfrutas de una visión clara. Pero, ¿qué pasa si no es así? Si tu ojo es demasiado largo, la luz se enfoca antes de llegar a la retina, lo que resulta en miopía. Todo lo que está lejos se ve borroso. Por otro lado, si tu ojo es demasiado corto, la luz se enfoca detrás de la retina, lo que causa hipermetropía. En este caso, la visión cercana es la que se ve afectada.

El rol de la longitud axial en el cálculo de lentes intraoculares (LIOs)
Aquí es donde el dato de la longitud de tu ojo se vuelve un verdadero superhéroe. Si estás considerando una cirugía de catarata, te encontrarás con el término lentes intraoculares (LIOs). Las LIOs son implantes que reemplazan el cristalino opacificado por la catarata. Para que esta nueva lente te dé la mejor visión posible, debe tener la potencia exacta para corregir tu visión.
Ahora, el cálculo de esa potencia se basa, en gran medida, en la longitud axial de tu ojo. Un cálculo preciso no solo corrige la catarata, sino que también puede reducir o eliminar tu dependencia de gafas o lentes de contacto para ver de lejos, e incluso de cerca, si optas por una lente multifocal.
Por eso, en Glaucoma Lima Center se toma muy en serio la biometría ocular, el examen que mide la longitud axial y otras estructuras del ojo. Es la clave para que la cirugía de catarata sea un éxito rotundo.
La longitud del ojo y el riesgo de glaucoma
Aunque no lo creas, la longitud de tu ojo también tiene una relación con el glaucoma. El glaucoma es una enfermedad que daña el nervio óptico, a menudo debido a una alta presión intraocular. Los estudios han demostrado que las personas con miopía alta (es decir, con ojos más largos) tienen un mayor riesgo de desarrollar glaucoma.
Una de las teorías es que, en ojos largos, el nervio óptico puede ser más vulnerable al daño por la presión. Por eso, si eres miope, tu oftalmólogo podría prestar especial atención a tu presión ocular y al estado de tu nervio óptico durante tus revisiones. La prevención y detección temprana son esenciales, y conocer la longitud de tu ojo es una herramienta valiosa para tu médico.

¿Cómo se mide la longitud de tu ojo?
Medir la longitud de tu ojo es un procedimiento rápido, indoloro y sin contacto. Se realiza con un dispositivo llamado biómetro óptico. La máquina emite un haz de luz inofensivo que rebota en las estructuras del ojo y calcula la distancia con una precisión increíble. No hay necesidad de tocar tu ojo ni de usar gotas, lo que lo hace muy cómodo para ti.
Este examen forma parte de una evaluación oftalmológica completa, y es uno de los primeros pasos para cualquier cirugía de catarata o para cualquier procedimiento de corrección de la visión. La tecnología ha avanzado tanto que ahora podemos obtener mediciones con una exactitud milimétrica, lo que garantiza que los cálculos para tu lente intraocular sean lo más precisos posible.
Como has visto, la longitud de tu ojo no es solo un número. Es un dato fundamental que nos ayuda a los oftalmólogos a entender tu visión, a predecir riesgos y, lo más importante, a planificar un futuro en el que veas el mundo de la manera más clara y nítida posible.